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ᴏɴᴇ sʜᴏᴛ ― ᴀᴅɪᴄᴄɪóɴ
—¿Cuál es la puta necesidad de hacerlo? ¿Querés explicarme? Ya que según vos y tus amigos es divertido. En serio Min Yoongi, ayúdame a entender toda esta mierda porque claramente yo no me estoy riendo.
La joven había explotado. Trató de llevar una conversación sana y calma, y de hecho así fue en un principio, pero Yoongi le había hecho perder la paciencia, y Sunhee no podía más. Después de gritarle soltó un suspiro y esperó una respuesta que no llegó. Apretó sus labios y se obligó a retener las lágrimas para luego volver a hablar, más bajo y más calmada.
Realmente quería hacerle comprender.
—No puedo quedarme sentada viendo como cada maldita noche te estás matando—, susurró mirándolo a los ojos, los cuales no eran aquellos que había conocido meses atrás. No. Estaban más apagados, con ojeras, Yoongi había comenzando a descuidar su higiene, vivía cansado y durante el día no salía de la casa.
—Cerra la boca, no entendes esta mierda, así que cerra la boca. Es mi vida, no es asunto tuyo, no tenes ningún derecho...
—¿Estás escuchando lo que decís? Te estás cagando la vida y esa es la única verdad. Y no se te ocurra decir que no es mi asunto, porque sos mi novio, y ya te lo dije, no pienso ignorar una mierda, ¿o planeas que me haga la estúpida mientras te estás matando?
Sunhee había empezado a hablar muy calmada, y se expresaba con tal claridad que a Yoongi lo ponía nervioso, porque de esa forma podía descifrar lo que ella sentía y para él eso era como gran un golpe en el pecho, dado que lo único que ella dejaba ver en sus palabras era dolor, un par de lágrimas, y decepción.
—Yoongi, ya tuviste una jodida sobredosis. ¿Cuándo carajo pensas parar? ¿A la tercera, a la quinta? ¿Cuando un amigo tuyo muera? ¿O cuando yo tenga que ir al hospital a reconocer tu cadáver? Porque estas cosas no terminan bien. Nunca lo hacen. Y el único camino que te estás abriendo con esas pastillas de mierda es uno directo a la morgue.
Las palabras de Sunhee eran frías, sus ojos expresaban que sí, realmente estaba herida, y Yoongi lo veía pero no podía reaccionar ante ello, no sabía cómo. El único camino que conocía era ese, y aunque logró alejarse por un tiempo, la gran recaída que tuvo lo devolvió al día cero, y lo ocultó por bastante tiempo, sin embargo, ella, como siempre lo notó. Con una mirada lo leyó a la perfección. Y no iba a dejarlo pasar.
Yoongi estaba enfermo. Ambos lo sabían. Pero él no encontraba una salida y estaba aterrado, por más que lo intentaba, acababa volviendo de una forma u otra, al principio no le molestaba, es más, le agradaba y extrañaba dicha sensación por todo su cuerpo, pero ahora, mirando a los ojos de SunHee, se estaba dando cuenta de que no quería lastimarla.
