¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—ᴏɴᴇ sʜᴏᴛ
—¡Está nevando!—, esa tierna vocecita lo despertó. Pues, el susurro de su novia contra su cuello y las pequeñas caricias lograron despertarlo, y aunque no abrió sus ojos igual le sonrió. Escuchó como ella rodaba por la cama emocionada y trató de alcanzarla estirando su brazo, pero aún así ella fue más rápida. Yoongi rió, la adoraba.
Los descalzos pies de Haneul tocaron el frío suelo, un escalofrío recorrió su espalda pero no le importó. Caminó suavemente hasta la ventana y empujó las cortinas para poder admirar el paisaje. Sus ojos se hicieron más grandes, su boca se abrió ligeramente y una pequeña sonrisa apareció. —¡Wow!
Las casas del frente, la calle, los árboles, el pequeño bosque que se formaba detrás del barrio, incluso el auto de Yoongi, todo estaba cubierto de nieve. Los copos seguían cayendo en gran cantidad, danzando en el aire hasta tocar el suelo. Era un paisaje de película, hacia frío y mucho, pero aún así la imagen que se proyectaba era sumamente cálida y acogedora, muy hogareña, y Haneul estaba encantada con todo, ¡era precioso!
—Amor, despierta. ¡Se ve hermoso!—, anunció a su novio emocionada, insistiendo a que se levantara. Haneul se quedó allí, frente a la ventana abrazándose a si misma queriendo capturar dicho paisaje en su memoria.
—Wow—, murmuró Yoongi. Se había sentado sobre la cama, su cabello estaba totalmente despeinado y no traía remera encima, tenía algo de frío, pero no le prestó atención. Observó la hermosa vista que tenía frente a él, era hermosa. Y no, no hablaba de lo que había detrás de la ventana.
Sonrío a Haneul sin que ella lo viera. La joven traía puesta una camisa de Yoongi, su cabello suelto y algo desordenado caía sobre su espalda. Se veía sumamente elegante, tan delicada, Yoongi no podía dejar de verla, llevaba sus ojos a explorar cada parte de la pálida piel de la chica, recordaba también todas las veces que la había tocado. Haneul se rió, escuchó su linda risa de fondo y wow.
Tratando de no hacer ruido, agarró su celular y tomó una foto. Era arte, ella lo era. El flash se reflejó en el vidrio de la ventana y consiguió que la joven se diera vuelta.
—¿Me sacaste una foto?—, inquirió divertida.
—¿Ups?—, Yoongi dejó su celular sobre la mesita, se deshizo de las sábanas y se levantó de la cama algo adormilado. —¿No tenes frío?
—Un poco—, los brazos de Yoongi la rodearon con cariño. Ella se dejó abrazar y se acurrucó contra su pecho tiernamente.
—Mi ropa te queda bastante bien—, mencionó él apoyando su cabeza sobre la de ella y observó por la ventana. Debía admitirlo, era un bonito paisaje.
