Capítulo #38: Una noche

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¡Más vale tarde que nunca!

Hola Rubíes, no se olviden de leer el anterior capítulo, el pedazo que agregué para que no se pierdan en la historia.

Gianluca

Ya habíamos vuelto a la realidad del día a día, es decir, todo volvió a hacer como antes. Todos en la familia con sus mismas actividades, pero ahora con un poco más de asunto con los preparativos del momento más espeluznante de mi vida que tendré que presenciar si no logro evitar ese casamiento.

Mi proceso de recuperación fue exitoso con ayuda del descanso, comida saludable, una buena compañía de amigos y ella por supuesto. Una nueva cicatriz se quedó en mi estómago y en mi memoria dejándome con muchas incógnitas que Julián dejó abiertas. El golpe de Ismael, en cambio, desapareció de mi rostro y agradezco infinitamente que la señora Marisol no le haya dicho este suceso al patrón porque eso me traería muchos problemas, pues no quisiera estar lejos de esta casa.

Aunque parezca chocante he revisado con ella, los obsequios que las otras empresas famosas le han dejado por su compromiso y próximamente su boda. Todos eran costosos de números altos y muy brillantes, algo que no la hacía ilusionar mucho a ella. Siempre me mira con compasión y cansancio por el tema que lo tiene bien remarcado en la cabeza. De modo que, en una ocasión estando solo dejé una de esas cajas en su cama y por curiosidad la abrí.

Ojalá nunca la hubiera abierto, sin embargo, es algo que pasará si se da el caso. Era una lencería de color blanco. Con coraje cerré la caja y me quedé pensando sobre aquello. Ella se tendrá que entregar a él sabiendo que me quiere a mí y no podría imaginarme a aquel imbécil tocándola y haciéndola suya, como su mujer.

Últimamente, la he tenido que ver salir por esa puerta para ir a las citas que su mamá reservó para la organización del evento como también la he visto en el televisor enorme de la casa dando entrevistas a la prensa cogida de la mano de él y fingiendo estar emocionada, tal vez no pueda alejarla siempre de aquellas citas previstas, pero si la he mantenido alejada un poco del problema mayor.

- La única salida de esta casa puede ser vista por todos. Lamentablemente, no hemos encontrado otra salida o algo que se le parezca - miró a sus hombres de azul para después entregarle en sus manos el plano de la casa al patrón - Está más que claro que el difunto Julián tenía un cómplice dentro de esta casa para esconder su mochila de armamento de manera rápida y segura. Y después salir de los arbustos y volver a su puesto de trabajo como si nada, pero lo que no se sabe es que si está persona "cómplice" se retiró ese día de la fiesta o sigue aquí entre ustedes - el oficial Alejandro nos miró a todos - Señor Riera, ¿quién más conoce tanto está casa como usted?

- Bueno... Sería la señora Eugenia, la nana de mis hijos. Ha estado conmigo desde antes del nacimiento de mi primera hija - escuché con atención con mis compañeros.

- ¿Una nana?

- Sí, es parte de la familia y durante todos estos años hemos convivido con ella sin ninguna desconfianza – garantizó.

- Entonces, ¿no tiene alguna idea de quién podría tratarse? – preguntó - La jovencita Sandra, ¿qué piensa de ella? Era una sospechosa el día del atentado de su hija menor – quiso hacerlo dudar.

- No. Creo en la inocencia de la joven – la volvió intocable ante la justicia - Y no tengo a otra persona en mente más que a ese canalla. Según todo lo que me han contado mis hombres, todo apunta que es él quién está detrás de todos estos incidentes contra mi familia - dijo entre dientes el patrón.

- Señor Holmberg - la autoridad puso sus ojos en mí - Usted dice que ese hombre Sonrat no está haciendo todo esto por dinero, sino es porque quiere a alguien cercano al señor Leonardo.

Solo quiero tu verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora