Capítulo #23

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Rubí

- Bienvenidos - me encargué de recibir a algunos invitados en la puerta del salón con una sonrisa, la cual no me costaba tanto.

Una gran parte del lugar estaba lleno de amigos y compañeros de mi hermana y el resto eran padres de familia y amistades de mis padres.

Nuestros familiares de parte de mamá viven en otro país y es por esa razón que no están aquí pero ellos mismos se han encargado de mandar sus felicitaciones a mi hermana.

Por el contrario está la familia de mi padre que si se encuentra en este país y en la misma ciudad. El problema aquí no es la distancia sino más bien es que mi padre no se lleva con su familia y es por esa razón que no los conozco.

Hace dos años atrás decidí buscarlos por mi propia cuenta pero mi padre me descubrió y me prohibió estrictamente que los buscará. Dijo que las cosas están mejor sin ellos. Así como las nubes ocultan a la luna así mismo mi padre nos  oculta su pasado.

- Tu eres la hermana de Anabelle ¿Cierto? - un hombrecito me sacó de mi zona de confort.

Tenía su cabello oscuro en forma de honguito con unos ojos preciosos casi iguales a los míos. Mis manos morían por tocar sus cachetes rosados y arreglar su diminuta corbata de lazo chueca.

- Sí, ¿Porqué? ¿Hay algún problema? - esperen, yo a este niño lo he visto antes creo que Leonor lo trajo un par de veces a la casa a jugar.

- ¿Dónde está ella? - lucia impaciente. Me dió risa solo de verlo.

A pesar de que algunos ya estén de vacaciones y otros no por los famosos supletorios, se han tomado el tiempo de venir y compartir un día especial con Leonor.

- Ya mismo baja. Se está terminando de alistar.

- ¿Le falta mucho? ¿No crees que ya es tarde? - pensándolo bien, sí. A mí padre siempre le ha gustado que nuestros cumpleaños sean celebrados en la noche porque hay él puede estar presente después de salir del trabajo y estar más relajado.

- Ya deja de hacer tantas preguntas, David - Ximena, amiga de mi hermana se aproximó a nosotros - lo siento, Rubí - reí por dentro. Así que mi hermanita tiene un pequeño galán.

- No hay problema - sonreí. Terminó por llevarse a su amigo.

Según mi intuición ya habían llevado la mayoría de invitados así que caminé para recorrer todo. La mesa central llena de bocaditos y adornada con los globos de varios colores. El pastel grande personalizado por su banda favorita como lo pidió la cumpleañera y una mesa grande aparte para los regalos de los invitados...

Unas manos frías me impidieron seguir viendo.

- ¿Quién soy? - reconocería esa voz donde sea.

- Ismael - susurré despacio sintiendo su rostro cerca de mi mejilla. En un giró rápido lo tuve de frente y lo admiré contenta - llegaste.

- Claro. Como podía perderme el cumpleaños de mi futura cuñada - su sonrisa perfecta me hacía sonreír a un más - Por cierto, ¿Donde está? - es la segunda persona que me pregunta lo mismo. Con firmeza sus manos sujetaban mi cintura y las mías terminaron en su cuello.

- Está arriba arreglándose. Mi nana y mi mamá la están ayudando mientras yo recibo a los invitados - miré sus ojos celestes cada vez más enamorada.

- ¿Y a mi porque no me recibiste? - sonrió coqueto.

- Me descuide, creo - alcé mis hombros - ¿Qué quieres que haga para enmendar mi error? - acomodé el cuello de su abrigo largo coquetamente.

Solo quiero tu verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora