Capítulo #65: Culpable

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Gianluca

Aquella línea de la canción "Bésame lento amor, tengo tu corazón, el mío en tus manos ya está..." hace que Rubí voltee a sonreírme, finjo conectar con dicha frase y le sonrío también. Cuando ella regresa la mirada hacia el cantante de la noche invitado por la pareja comprometida, mi sonrisa se desintegra cayendo la madrugada. La mayoría de los invitados se marcharon y quedaron los más íntimos entre amigos y familiares para emborracharse.

La pareja y los padres de la chica están alegres que no les molesta prestar un par de habitaciones para los soldados caídos. Soy el único consciente y debo reconocer que Emma para emborrachar a la castaña y hacerla pasar un buen rato es la mejor. No tuve más remedio que ayudar a llevar a un par de chicas a una habitación para que descansen de su mal estado incluida Emma, mientras en el caso de Rubí compartimos otra habitación solos.

Poco a poco la rescato de hacer locuras estando ebria y guardo mis sentimientos con seguridad sosteniendo su cabeza usando la razón, sin permitirme sentir amor. ¿cómo pudo mirarme a los ojos cuando le confesé aquello? Expulso aire fuertemente y cierro mis manos cuando la dejo descansar sobre las sábanas ignorando que tal vez sea la última vez que la toque. En el espacio pequeño, pero acomodado tiendo mi cuerpo en un sillón pasando toda la maldita madrugada y el día viendo a quien tiene el trofeo de farsante.

- ¿Dónde estamos? - pregunta en son de queja con su voz ronca. Su cuerpo se ve que le pesa y no es consciente del porqué aún. Toca su frente, mientras me doy cuenta de lo frágil que se muestra y dejo mis manos libres después de acalorarlas toda la noche para evitar descargarlas con cualquier cosa, solo para matar este podrido sentimiento que traigo atravesado - ¿Qué hora es? - limpia sus ojos y arrastra su vestido verde en la cama dado que no se puede sentar bien. En silencio sin responder a nada busco disminuir la distancia y llego hasta ella separando su melena que tapa su cuello - Gian, no... - manifiesta ante mis caricias e intenta detenerlas - Gian, no me siento bien. No quiero - logro rozar los labios de la más grande mejor actriz del romanticismo. Es como vivir de nuevo esa noche, la noche en la cual ella no estaba lista para mí hasta que se confesó - ¡Gianluca, te digo que no me place en este momento! ¡Gian, ¿bebiste?! - se desespera cuando rodeo sus piernas reveladoras y siento un efecto muy lejano a lo que es placer - ¡¿Qué te pasa?! ¡Gian no! - aprieto sus muñecas contra el colchón y se mueve violentamente - ¡NOO! - grita con todas sus fuerzas en el momento que dejo un centenar de besos por su rostro suplicante y mi respiración ruidosa se esconde en su cuello estando estático. El vientre de ella comienza a vibrar debido a su sollozo y angustia.

- Con ese simple "no" todo hubiese sido distinto...- menciono quitándome de encima y me siento en el filo de la cama dejándola ir - Con una simple negación me hubiera ido esa noche y mi nana aún estuviera viva y yo nunca le hubiera guardado rencor a aquella chica con quien me acosté y me robó en esa discoteca con sus amigas. No hubiese tenido tanta amargura acumulada por una sed de venganza indecisa...- medito y solo escucho lamentos detrás de mí - ¿Por qué...? - pregunto y me levanto para verla sentir miedo de mi presencia. Cubre sus piernas con sus brazos en una bola hecha en una esquina de la cama - ¿Por qué me mentiste, Rubí? - digo afligido con los hombros caídos - ¡¡¿Por qué?!! - le grito y se estremece. Ahora sé que ha despertado totalmente.

- ¿De qué estás hablando? - contesta con miedo, pero es un miedo a lo que ya sabe que sé. Aprieto mis dientes de la rabia.

- ¿Dé que hablo? - repito levantando mis cejas - ¡Te conté todo, te hice preguntas y todas tus respuestas las creí! ¡¡Las creí como un...perfecto idiota!! - el cólera carcome mis huesos. De un momento a otro, estoy en frente de su cara parado sujetando sus brazos con mucha fuerza, mientras ella se apoya con sus rodillas temblorosas en la cama - Dime, ¡¿fue tan fácil engañarme?! ¿Acaso contabas todas esas veces en que me mentiste mirándome a los ojos? ¡¿Lo hacías?! - desconsolada derrama el dolor que un día yo derramé.

Solo quiero tu verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora