Gianluca
- Sus espacios de fabricación y producción son excelente y adecuados, señorita Rubí - le dice el supervisor de una empresa llamada Sashydy. Según tengo entendido, es una empresa con la que pretenden hacer negocios y reactivar la empresa para que no se vaya a la quiebra.
- Sí. Son exactamente como los ha descrito, señor Richard - caminamos de manera ligera por el último piso de la empresa donde está la oficina del señor Leonardo.
- Llámame Richard. Me sentiré mejor si así me empiezas a llamar. Además, somos jóvenes, y para la formalidad está el trabajo. Creo que nosotros nos llevamos bien, podemos pasar por alto esa parte - hace tres días este hombre tuvo la oportunidad de conocerla y ya cree que tiene su confianza asegurada. Debería estrellarse contra un muro primero.
- A decir verdad... - detengo mi caminata, ya que ellos se detienen en la sala de espera. Ojos de otoño se pone frente a él y hace una pausa, parece que temiera decir alguna cosa fuera de lugar - La verdad es que yo esperaba a un supervisor de mayor edad - suelta y el hombre empieza reír fuerte destacando su sonrisa blanca y dientes armoniosos, más su piel canela que lo vende como un modelo de catálogo. Sí, sí es un maldito hombre elegante que a mi castaña le podría gustar.
- ¿Esperabas a un señor de corbata y traje como de unos 50 años por lo menos...? - piensa por ella y está asiente.
- Era la información que recibí en mi oficina. Además, ahí se anota su amplia experiencia que viene con su edad, ¿no? - responde - Espero y no te ofendas.
- Claro que no, como podría enojarme contigo - alzo una ceja y cierro mis ojos para después abrirlos mirando el suelo. Suspiro ruidoso - El hombre que esperabas era mi padre, sin embargo, él está delicado de salud, está inestable y yo he venido en su reemplazo, ya que esté es su campo y le encanta - se expresa muy bien, parece que al hablar solo fluyera en el agua. Pienso en la labia que tendrá para conseguir lo que quiere - Yo tengo otro rol en la empresa Sashydy, soy uno de los gerentes funcionales. De hecho, yo también esperaba encontrar a un hombre mayor, pero ya sé que el señor Riera se encuentra delicado de salud como mi padre. Qué casualidad, ¿no? - frunce el ceño sin perder esa sonrisa que busca cautivarla.
- Espero que tu papá se mejore pronto - responde amable.
- También espero eso de corazón, pero si mejorara de una forma mágica ya no vendría acá y no quiero perder, esta hermosa vista de la que me he acostumbrado en estos tres días - penetra sus ojos marrones ocasionando que ojos de otoño se apene. ¿En serio se apena por esa seis o siete palabras que le ha dicho? Volteo los ojos. Olvidé mencionar que no es la primera vez que le dice esos tipos de piropos que tratan de endulzar sus oídos y los míos los hace sangrar, pero lejos de causar efecto positivo en ella, la incomoda - No tienes que decir nada a eso. De corazón espero que tu papá también se recupere.
- Gracias - vuelve su espalda a relajarse.
- ¿Te gustaría salir esta noche? Me estoy quedando en un hotel y bueno, no conozco mucho de este país y no conozco a nadie más que no sea personas de mi equipo de trabajo, así que me encantaría conocer personas nuevas - ¿Y este idiota de qué va? El silencio de la castaña dice mucho - ¿Entonces? - su mirada presionante me hace estallar las venas.
- La señorita está comprometida y se va a casar. ¿No llegan este tipo de noticias famosas hasta tu país? - respondo rápido estando entre ellos. Siento la mirada asesina de ojos de otoño en mi perfil.
- ¿Qué haces? - susurra oyéndose para los dos.
- Sí, sí lo sé y comprendo. Una chica tan maravillosa e inteligente no podría no tener a alguien a su lado - no, este no entiende. Este quiere que le estampe uno en la cara - Pero hasta donde me he informado la boda se ha suspendido. ¿No es así? - pone su atención en ella haciéndome a un lado en la conversación.
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Solo quiero tu verdad
RomanceAl principio no me agradó mucho aquella noticia que hizo que mis planes se arruinaran en tan solo un día. Aquel hombre que me escogió para que sea su escolta era muy misterioso, no se parecía en nada con las otras personas con las que había trabajad...