Capítulo # 4: Mi mejor amigo

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- Yo haría lo mismo que tú, pero alguien tiene que ser el apacible aquí - dije desde el otro mueble.

- Parece que a ti si te emociona la noticia - me habló amargado y reí.

- Créeme que no, pero el jefe explicó que el señor Riera escogería, así que tal vez no seamos uno de nosotros - me observó con una pizca de esperanza - Es mejor no adelantarnos a los hechos.

- Ya tengo planes con mi familia que son importantes - dijo frustrado - Y con algunas mujeres también.

Solté una carcajada ante su última confesión. No se le escapaba ninguna. Emilio es un hombre muy extrovertido, le encantan las mujeres de todo tipo hasta las que son mayores que él, considera que es una aventura placentera.

Desde que entramos al colegio siempre ha tenido una chica a su lado, claro sólo por unos momentos. Me gana por un año, su tonalidad de piel es clara combinada con unos ojos grises que intimidan. Su cabello rubio oscuro va a la par con sus cejas y tiene un buen físico por el trabajo.

- ¿Dónde? - pregunté.

- ¿Dónde lo vamos a hacer? - preguntó. Este idiota siempre con sus bromas - Eso no te lo voy a decir - comenzó a reírse mientras lo observaba serio hasta que al final me contagió con su risa.

- ¿Dónde las conseguiste o la conseguiste? - volví a preguntar.

- Parece que hablaras de un objeto. Me haces sentir mal - se hizo la víctima, poniéndose una mano en el pecho - Tengo mis contactos, Rubí - deje pasar que me llamará así - Por cierto, ¿Dónde estabas?

- Salí temprano para visitar a mi familia, pero sólo encontré a mis hermanos - dije cansado - Mis papás estaban en el trabajo, así que llevé a mis hermanos a comer y todo iba bien hasta que tú me dejaste ese mensaje - lo señalé furioso.

- Ya escuchaste que yo no tengo la culpa, pero qué bueno que hayas podido ver a tus hermanos - se justificó alzando sus manos hacia arriba - Te acompañaré la próxima vez, también, deseo verlos. Bueno, si es que se da la oportunidad - especificó la entrevista. Decidí cambiar de tema.

- ¿Ya almorzaste? - pregunté y miré hacia la mesa donde sólo estaba el vaso que Emilio había tomado.

- No. Ni siquiera me he bañado y entérate que para mí también fue una sorpresa el cambio de hora - admitió señalando sus pantuflas grises - Sólo me coloqué algo decente y las pantuflas no me las cambié porque se supone que estoy en casa - sonreí. Como siempre tan sincero.

- Voy a pedir que suban algo de comer, aunque estoy lleno por la pizza que comí con mis hermanos - toque mi estómago. Cogí el teléfono del hotel.

- ¡No! - se apresuró en decir mi compañero - Mejor comamos afuera, necesito distraerme - propuso y asentí - Me bañaré rápido - caminó hacia el baño y cerró la puerta.

- Esta bien, pero apresúrate parezco ya tu novio - le grité. Me senté en el mueble para averiguar de aquella empresa en mi celular, pero no encontré mucha información en concreto.

Unos minutos después mi amigo salió con un jean oscuro, sus botas negras preferidas y una camisa gris que decía con letras negras.

" Yo no me caso. El que se casa es mi amigo"

- ¿Y quién será ese amigo? - fingí no saber - ¡Que bárbaro eres! Quieres conseguir todas las miradas de esa manera tan estúpida - dije honesto.

- ¿Qué? - me miró - Tengo que utilizarla para eso la compré - se río mientras que yo negaba con la cabeza.

- Entonces mostraré mi mano izquierda sin ningún tipo de anillo demostrando que no estoy comprometido, ni me voy a casar - dije satisfecho - ¡AH, mira! Qué casualidad que soy zurdo, con más razón - le mostré mi mano izquierda orgulloso. Cogí mis llaves del apartamento y las guardé en mi bolsillo.

- ¡Eres astuto! - sus ojos grises me miraron vengativos.

- Vamos que ya parecemos niños discutiendo por estupideces y trae los folletos que tiraste - le ordené - Los leeremos en el camino para mañana.

- ¡Vale! - los recogió y salimos del departamento.

¡Hola! Me gustaría que comenten qué tal les parece mi historia. ¡Gracias!👀💗

Solo quiero tu verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora