Overlord/Un Mundo diferente

Enoc el protector

Ulbert sonrió abiertamente mostrando una expresión que sería fácilmente malinterpretada como un gesto grosero por quienes no estaban familiarizados con las expresiones demihumanas.

A sus pies se exhibía la escena del famoso Lord Dragon platino tendido como si fuera una marioneta sin hilos.

Pese a ello podía sentir ligeras contracciones por su tórax, es decir que seguía vivo.

Al menos por ahora.

Ulbert se había declarado ganador a la mirada de demiurge pero no había salido intacto, su traje de cuero se veía más oscuro de lo normal debido a la sangre que había absorbido de las heridas provocadas por el dragon.

Lo había subestimado, sin duda fue mas que un calentamiento. Pero no lo suficiente.

Pese a tener varias heridas, ninguna de ellas representaba un peligro inminente.

La emoción en su sangre hervía después del combate.

En diez años se mantuvo en las sombras temiendo al enemigo que se encontraba en sus pies.

Demiurge le sugirió ser precavido, sin duda fue alguien de temer pero todo había terminado.

Solo quedaba momonga-san y ese cerebro de espada llamado Touch Me.

Las escamas del dragon desprendían un aroma que desato un deseo profundo por parte de su naturaleza demoniaca.

Su anhelo por torturar a cada criatura en este mundo se acrecentaban, ese lord dragon... sin duda fue un estúpido protegiendo a seres sin valor como los humanos.

ya reunió tres de los cuatro criterios necesarios para que su victoria fuera completa.

La ultima seria derrotar a su antiguo gremio si planteaban problemas.

En sus manos ya poseía a Guren, la mocosa de Peroroncino-san, demiurge, sus seis archidemonios y miles de esos demi humanos desechables.

Pero aun no terminaba de reclutar.

Viajo su mirada hasta encontrar a demiurge quien se acercaba.

-"¿tienes el objeto a mano demiurge?"

Siguiendo su acto rutinario demiurge se inclinó sobre sus rodillas mientras que levantaba las manos para exhibir el objeto que deseaba su amo.

"la caída del castillo y el país" el ítem en cuestión fue tomado de Demiurge por ulbert quien en ningún momento abandono la actitud arrogante.

Sintiendo quizás lo sucedido el lord dragón parecía intentar con todas sus fuerzas ponerse de pie, a sus débiles intentos ulbert los recibió con una ligera carcajada extendió su pierna en una patada hacia abajo haciendo inútil los esfuerzos del primero.

-"quédate quieto, pronto serás mi subordinado"

Esta vez fue el turno del dragón de reír.

Aunque debido a sus lesiones fue más un sonido ahogado.

-"¿acaso perdiste la cordura?"

El dragón de platino tosió sangre antes de responder.

-Es Inútil, jamás podría servir a un ser despreciable como tu.

Al escuchar eso ulbert rio alegremente.

-"descuida cuando utilice este ítem comenzaras a verme como alguien agradable"

-eres un idiota, no hay forma de que puedas afectarme con un ítem mundial.

Hablando tranquilamente ulbert salto hacia el frente del dragon para verlo fijamente.