Reina santa

1.3K 129 27
                                    

el silencio pesado podia palparse.
esta era la sala de trono de la reina santa, en este momento carecia del brillo y la gloria que tuvo años atras.
una mota de polbo parecia cubrir el piso de marmol blanco.
las telas se veian roidas y sucias, esta fue la antigua capital del norte que remedios custodio su mano derecha habia tomado semanas atras.
los demihumanos ocuparon esta ciudad por algunos años y recuperarlo fue un gran paso para que la gente confiara nuevamente en la fuerza de la reina santa. los
mugre y huesos de origen desconocido estaban tirados en el suelo.
la razón por la cual no acondicionaron esta sale en especial fue por orden de la reina santa, en anteriores veces les habia impedido la entrada a cualquiera de sus servidores.
la causa era facil de adivinar, dias atras remedios custodio junto a mas de la mitad de los paladines fueron asesinados por el ejercito demoniaco.
algunos avistamientos confirmaron la llegada del mismisimo emperador demonio, primero fue la hermana menor y ahora remedios se encontraba en la fila de los muertos por culpa suya...
no, mas bien cualquier destino hubiera sido similar si se cruzaban con jaldaboath
ningun comandante lo hubiera echo mejor.
pero eso no aliviaba la culpa en su corazon, envio a tantas personas a morir a lo largo de estos años.
pero no podia llorar por ellos tenia que luchar por sus vidas y el significado se sus muertes.
pero calca estaba agotada, los acontecimientos se acumularon llegando a un punto donde tanto su cuerpo como su alma estaban quebrados.

Llevaba demasiados años enfrentandose a jaldaboath, habia perdido demasiado en el camino.
En este momento las distancias entre el norte y el sur no podrían ser mas grandes, quizás tanto que ya ni siquiera la consideraban su reina.
Décadas atrás las distancias entre el sur y el norte eran risibles sin embargo había recibido ayuda de su hermano y padre.
Hoy estaba sola.
Lamentarse así misma no llevaría a ningún lado pero en su corazón sabia que no existían mas posibilidades. El sur no la ayudaría, las naciones humanas no brindarían apoyo debido a que calca no tenia nada que ofrecerles a cambio... así de triste era la situación.
Viendo el sueño en retrospectiva de una nación donde nadie llorara le parecía algo tonto simplemente un sueño infantil de quien desconocía las crudas realidades.
Tantas personas murieron por alguien como yo.
-su majestad, soy Gustav Montagnes ¿puedo pasar?
El silencio fue la misma respuesta que recibió como las veces anteriores que había intentado comunicarse con ella.
-su majestad, recibimos noticias del reino al parecer hay un nuevo aventurero de nivel adamantina se dice que detuvo el avance demoniaco y elimino a una hija de jaldaboath..
Gustav tenia la intención de atraer a la reina con alguno de sus comentarios sin embargo la respuesta inmediata lo sorprendió.
La reina misma abrió la puerta dejando ver lo pálida y ojerosa que estaba.
Calca-puedes entrar y contarme los detalles.

-De vuelta en el reino... suspiro ainz.
Realmente me hubiera gustado almorzar algo antes de salir, me pregunto que necesitara el lider de gremio conmigo.
Aun así ainz agradecía profundamente la escusa de apartarse de nazarick en esta ocasión mas bien de albedo.
Se sentia avergonzado por haber echo llorar a la supervisora de los guardianes.
No tenia idea de que tan profundos eran los sentimientos de albedo por el.
En cierta forma lo alegraba pero también lo llenaba de dudas.
Ella pudo recordar momentos donde era un simple NPC ¿hasta donde llegaran los recuerdos de los guardianes?
¿Realmente que nos trajo a este mundo y a otros jugadores cientos de años atrás?
Por mas que lo pensara verdaderamente no podía encontrar la respuesta.
Volviendo al asunto de albedo ¿como debería responder a sus sentimientos?
¡Tabula-san ojala no me odies!
Al entrar al gremio sus sentidos le indicaron que había algo fuera de lo normal.
Para comenzar había varios sacerdotes y una buena cantidad de personas que podrían describirse como paladines.
Ainz los conocía pero bajo este mundo los paladines no eran una profesión muy común que cualquier país tuviera en grandes cantidades.
Albedo le menciono un país que los tenia... pero no lo recordaba aun así pronto sabría la respuesta supongo.
La mirada de los paladines y sacerdotes se dirigieron a el apenas ingreso.
Haciendo que ainz quisiera volver y evitar la vergüenza de ser visto.
En cierta forma sentia que ellos lo miraban profundamente como si intentaran medir las habilidades personales de ainz.
De entre todos surgió la mujer que le encomendaba misiones personalmente a los aventureros, eso solo intensificó sus ganas de salir corriendo.
Pero no seria una actitud que apostaría.
-¡¡buenos días momon-sama!!
-buenos días, vine como solicito el líder del gremio...
-así es sígame por favor!!
Viendo el rumbo de la mujer supo donde irían.
-yuri quédate en la entrada nos veremos ahí cuando salga. Dijo dirigiéndose a la pléyade que lo acompaño todo el trayecto.

Overlord/Un Mundo diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora