Overlord/Un Mundo diferente

La Ciudad de Muertos Vivientes

La orden en cuestión para los guardianes aura y mare seria derribar los muros.

La ciudad de los hombres bestia contaba con una población de aproximadamente 160.000 demihumanos.

Aunque la mayoría de ellos debían ser simples ciudadanos, ancianos, niños y hembras.

La mayor parte del ejército de hombres bestia estaba luchando en la república argland bajo el estandarte de jaldaboath.

Y los que no fueron exterminados de camino a la capital.

Normalmente esta tarea hubiera sido imposible para el reino draconico los cuales perdieron ¾ partes de su población en los últimos veintisiete años.

Eso facilito la invasión sumando la baja moral parecía difícil imaginar una resistencia de su parte.

Sabían que el ejército que los sitiaba ganaría, de esa forma el proceso de entregar a los niños fue una señal de compasión que Ainz pudo albergar hacia ellos.

Se sentía incómodo derrotar a quienes perdieron la voluntad de luchar, pero le había prometido a Draudillon su venganza.

También se les había dado una segunda orden a los gemelos guardianes, puntualmente a la domadora de bestias Aura.

Ainz recordaba los detalles dichos por >mensaje< de parte de su amigo touch me, habían encontrado a los gemelos en la espesura del bosque de tob.

Una extraña sensación rodeaba una parte del bosque, una clase de interferencia mágica...

Su amigo también escucho la voz de uno de sus amigos puntualmente peroroncino, él también le pidió ayuda... le dio otra pista.

"la ayuda que necesitas se encuentra en el corazón de..."

Después de ello también se desmayó.

Algo extraño sucedía afuera.

Después de despertarse aura y mare aparecieron junto a el dormidos.

Al parecer ellos no recordaban mucho de lo sucedido, recordaban la razón por la cual dejaron nazarick ante la ausencia de los supremos pero luego de llegar allí habían perdido sus recuerdos.

Eso fue un secreto, por las dudas Ainz había estado monitoreando a los gemelos de cerca pero no parecía haber nada raro en ellos.

la  orden secundaria para aura y mare seria detectar cualquier posible enemigo en los alrededores.

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La sala de reuniones era mucho menos austera de lo que seguramente estarían acostumbradas las enviadas del rey hechicero.

Después de todo la precariedad financiera era un asunto serio en las finanzas del reino santo.

Mientras pensaba en ello calca ojeo brevemente a Gustav quien contemplaba atónito un pergamino en sus manos.

Aunque eso ultimo de "precariedad" quizás podía cambiar.

-¿es esto real? Pregunto Gustav mientras releía

-200 toneladas de carne, 100 toneladas de sal y azúcar además de un suministro de nuevas armas y armaduras

-"además de ello también trajimos grano y verduras en un peso aproximado de 100 toneladas. Dijo la embajadora de la república oriental mientras ajustaba sus lentes".

Si esta cantidad fuera menos aun serian números demasiado grandes, con solo 40 toneladas podían alimentar a todo el ejército por un mes entero.

Además de las especias mas necesarias sin duda serian bien recibidas.