Reino Elfico

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El velo del cielo parecía particularmente nublado sobre los cielos de la capital del reino, bastaba decir que la luz de la luna no llegaba a iluminar pasando las nubes negras.

Por la mitad de la avenida se encontraba una comitiva de hombres a caballo encapuchados, cosa que no llamo la atención de ningún transeúnte.

Esta era la zona rosa de la capital, la cual cobraba vida de noche la mayoría de los edificios de este distrito eran burdeles, casinos y otro tipos de actividades ilegales.

El caballo se detuvo ante lo que aparentaba ser el edificio mas elegante del lugar, luces de colores y música animada salían por ventanas y puertas.

El hombre que encabezaba la comitiva contuvo las riendas de su caballo y bajo de su montura, los otros tres individuos acompañándolo siguieron su ejemplo.

Sin más ataron sus caballos y se dirigieron a la puerta donde dos hombres de aspecto intimidante franqueaban ambos lados de la puerta.

Después de susurrar la contraseña se les permitió ingresar al establecimiento.

Dentro del establecimiento las cosas parecían pertenecer a otro mundo los hombres vestían etiqueta del mas alto nivel al igual que las mujeres quienes llevaban vestidos ajustados y deslumbrantes.

Casi todas las mujeres parecían ser mas jóvenes que los hombres del lugar, de echo el líder de la comitiva pudo reconocer a muchos hombres en el lugar, entre ellos había barones e inclusive algunos condes.

El mismo líder misterioso quito su capucha revelando un rostro pálido era el marques Reaven un hombre de aspecto elegante guio al marques junto a sus acompañantes a un segundo piso que parecía aún más elegante que la anterior.

Podría ser considerado el sector VIP la mesa que ocuparían ya se encontraba ocupada por un hombre con poca ropa cubierto de tatuajes en el cuerpo y una mujer de aspecto demacrado con cabello dorado, puede que hubiera sido una mujer muy atractiva en el pasado.

-bienvenido marques Reaven dijo la mujer levantándose de su asiento mientras se inclinaba levemente ante su invitado.

-"ah pasado tiempo hilma" dijo reaven con tono amargo, su reunión con ella no suscitaba buenos recuerdos. Cuando era un hombre joven y repleto de ambición conoció a esta mujer que era poco mas que una prostituta de burdel en ese momento, pero con una habilidad comparable a la suya como estratega y aun mejor manipuladora. Gracias a ella consiguió mucha influencia en los ambos grupos de nobles que dividían el reino.

-no me visitas nunca, ¿cuánto paso desde la última vez? Dijo ella haciendo un puchero que no coincidía con esa mirada helada, ella seguía siendo igual que antes. Tenía la mirada de un joyero evaluando una joya para definir su valor.

Quizás el mismo en esa época tenía una mirada como la de ella... pero gracias a Ri-tan ese hombre ya no existía dijo reaven pensando en su hijo.

-"ya son casi veinte cinco años de aquella vez..."

-con que si dijo ella sonriendo, en ese momento era una simple... ¿cómo lo diría alguien como tu? "Dama de compañía" pero ahora mírame soy dueña de este establecimiento...

-ya dejemos los juegos hilma, ya no puedo seguirte la marcha. Creo que tus espías debieron informarte una idea de por qué vine...

-asi es, veo que los años te volvieron alguien muy blando elias.

-necesito de tu influencia en estos momentos...

-pero tu como marques tienes la influencia necesaria si lo hubieras querido ya estarías ocupado la corona...

Overlord/Un Mundo diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora