La Caída (Preludio final)

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El sudor empapaba las túnicas del sacerdote de la tierra quien junto al cardenal del viento y fuego estuvieron lanzando sus mejores ataques.

Y tal como prometió jaldaboath permanecía impasible hasta que.

-"cuatro minutos cincuenta y ocho, cuatro minutos cincuenta y nueve"

Con esto el conteo finalizo y jaldaboath parecía avanzar suavemente en dirección a las autoridades de la teocracia.

Cerrando las filas Raymond se posiciono frente sus compañeros

Con una velocidad que los ojos no podían captar jaldaboath los envistió con la brutalidad de un camión a un nido de ratas.

Fueron arrojados al suelo con brusquedad.

-"creo que fue demasiada velocidad, reduciré esta un 20% la próxima vez"

El emperador demonio parecía balbucear palabras sin sentido, su actitud tan calmada provocaba desagrado y miedo entre sus rivales.

Tan rápido como pudieron cambiaron el orden de su formación para evitar ser atacados por efectos de área.

-"aspecto de Diablo- garra afilada" con solo esas palabras de jaldaboth germinaron garras en lugar donde estaban sus dedos con cierto aspecto metálico. Sin duda no era algo que debían subestimar.

Sin esperar nada mas Raymond descargo el peso de su cuerpo en la espada que sostenía en sus manos y de un salto direcciono su golpe al demonio. La cual fue repelida por una de sus manos.

-Caíste! Rio el ex miembro de la escritura negra cuando cambio abruptamente su espada en dirección a la abertura expuesta de jaldaboath para ser repelido por el otro conjunto de garras.

Habiendo fallado retrocedió de un salto para tomar distancia del emperador demonio.

-"¿eso es todo?" jaldaboath parecía desilusionado.

raymond sin embargo miraba su espada, estaba hecha de una aleación de metal muy escasa que pocos conocían. Su espada podía cortar la adamantita como papel.

Era un metal cristalino imbuido por las sacerdotisas por dos generaciones.

Sin duda era un arma extraordinaria que solo podía ser repelida por tesoro del reino.

Se sentían tan fuertes como el arma que sostenía en sus manos, ¿de qué forma?

No solucionara nada con esos pensamientos debía encontrar la debilidad de aquel demonio, aun no había desatado el verdadero poder de la espada "Zafarisa"

¡¡Ahí voy jaldaboath!! Una vez encendido su espíritu de lucha, nuevamente se lanzo para pelear.

- Espera un momento viejo tonto!
Antes de preguntar la razón, una calidez recorrió su cuerpo. Estos eran hechizos de mejora.
Definitivamente podria dar una gran batalla con aquel poder brotando en si cuerpo.
Como se esperaba de un lanzador magico como dominic.
Una sonrisa ligera se asomo en su rostro, No. La arrogancia es el error de los fuertes
A lo largo de su vida como miembro de las elites, vio a seres autoproclamarse fuertes caer por quienes fueron subestimados.
Era mejor  estar en guardia.
Sin mas que decir continuo su embestida salvaje contra jaldaboath.
El demonio parecía estar sorprendido y la espada sujetada con toda su fuerza ataco a  jaldaboath lanzándolo varios metros atrás, sin tener piedad lanzo una serie de repetidos ataques en los cuales  el emperador demonio no pudo detener.

       Asombro.
Ninguno podia creer lo que sucedia, Raymond estaba dominando la batalla
Ataque tras ataque jaldaboath mostraba muecas de dolor sordo
Pero en la siguiente jaldaboath atrapo con sus garras  la espada de Raymond, de alli no fue una pelea unilateral.
El Cardenal se la tierra ataco ferozmente, mucho mas de lo que uno esperaría de alguien con su edad.
Jaldaboath no se quedaba atrás, detenia atacaba y retrocedía un intercambio tan fuerte que era difícil de creer.
Las garras del emperador demonio parecían cortar la misma noche mientras que la espada de reymond estaba imbuida de los sentimientos de un futuro mejor por parte de sus amigos.
Ambos increíbles a su manera, pero pese a la nivelada batalla mantenían sus miradas desconfiadas sobre jaldaboath preparados para intervenir en caso de que su amigo perdiera.
Los edificios se caían al paso en cual raymond aventaba al demonio.
Pronto la escena de batalla se cubrió de polvo y escombros por doquier.
Pero raymond tenia limites, su edad y su etamina no eran infinitas.
Después de su doceavo gran golpe este se detuvo mientras jaldaboath seguia en el suelo y acaricio un anillo de la mano izquierda.
Este era un item de alto nivel que recuperaba  la etamina y las heridas alrededor de tres veces cada seis horas.
A lo largo de la batalla  supo que no podría mantenerse  mucho tiempo peleando con su fuerza al maximo.
Su cuerpo  estaba agotado, sus músculos se estiraban al limite.
El ítem que representaba su cantidad de usos con líneas azules estéticamente decoradas en el anillo solo tenían una encendida.

Overlord/Un Mundo diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora