Overlord/Un Mundo diferente

El retorno parte 1

La historia parecía repetirse después de todo, sin importar cuánto se esforzara por asimilarse a este bonito sueño era eso.

Un producto materializado de sus deseos, si le hubiera sucedido cuando llego a este mundo quizás...

No podía cuadrar del todo una respuesta que pudiera satisfacer sus dudas internas.

El anterior sentimiento de querer proteger a su gremio había crecido hasta un punto mucho mas extenso.

Quería proteger a los elfos bajo su mando, deseaba entender los sentimientos que llevo a Draudillon a besarlo aquella vez..., también estaba nemu y su deseo de venganza.

Ese sentimiento de cariño por ellos también estaña sopesado por el miedo a decepcionarlos, no legar a cumplir sus expectativas.

Querer y ser querido sin duda era un sentimiento agradable. Adictivo como pocos pero también requería cierto grado de responsabilidad.

Era un cuestionamiento que seguramente sería tomado con risas por su amigo touch-me pero para satoru era una preocupación mas que genuina.

Era algo que prefería guardar a sus adentros, había muchos asuntos que se enredaron hasta un punto que todo llevaría a una clase de infelicidad.

Cuando comunico sus sentimientos a shalltear y demiurge sin duda poseía la determinación de ayudarlos.

Las creaciones de sus amigos sufrían, pero a su vez el causante de su pesar era uno de ellos...

¿Por qué luchaba? ¿Honor?,¿ verdad o justicia? Esos últimos si bien eran importantes no consideraba que fueran factores impulsivos.

Touch-me estaba decidido a enfrentar con sus fuerzas a Ulbert-san eso... eso significaba ¿Qué tendrían que matarlo?

Las nauseas reverberaron por su garganta, satoru llevo su mano a la boca mientras se esforzaba por contenerlo.

Era hipócrita, había asesinado a varios seres desde que llego aquí.

Por eso no podía considerar que sus acciones fueran justas del todo, simplemente era un hombre que intentaba evitar la culpa.

Dejar a ulbert a sus anchas significaba el genocidio de muchos, y matarlo debería ser la solución mas eficiente.

Sabía que si salía de esta ensoñación debería enfrentar esos enigmas, debía cruzar ese ultimo punto de no retorno.

Asesinar a un amigo o la muerte de cientos.

No podía perdonarlo por todos los crímenes que cometió, ¿pero el podría ser mejor?

¿Qué sería lo correcto?

Aquí dentro estaba su madre la mujer que mas amo, allí afuera un destino incierto y angustiante se divisaba.

Sus meditaciones apretaban su pecho.

En estos momentos su apariencia juvenil podía mostrarse desde el reflejo de un charco marron, un callejón como tantos.

Lo mejor seria quedarse aquí después de todo, se dijo asi mismo mientras la oscuridad comenzaba a rodearlo.

No era digno de ser líder, no era alguien capaz de identificar los sentimientos de otros.

Touch-me se las apañaría sin el...

Los recuerdos se difuminaron gradualmente.

Cuando comenzaba a preguntarse su razón de estar en callejón una mujer hermosa cautivo su campo de visión.

Un cabello castaño rojizo estaba sujeto mientras que una sonrisa genuina parecía dirigirse a el.

Aunque tenía un extraño traje de sirvienta, lo cual desentonaba con un callejón de mala muerte y la hacía parecer salida de una clase de convención.