Overlord/Un Mundo diferente

La Caída del Consejo

La ciudad capital del Consejo de Argland permanecía en silencio, las puertas principales fueron voladas desde los pernos y el ejército demihumano marchaba por la avenida principal.
Las ciudadelas rodeando las murallas fueron destruidas después de la derrota completa del ejército defensor.
Después de la caída del treinta por ciento de las fuerzas hace mes y medio, las demás tropas se desplegaron para defender las ciudades del mismísimo territorio.
Por esa razón cuando llegaron a la ciudad principal contaban con solo 40.000 soldados.
El ejército de jaldaboath era de seiscientos mil, desde un principio no hubo posibilidades.
Tras varios intentos de dialogo por parte del consejo, llego a ellos una única respuesta.
"den su mejor esfuerzo" en otras palabras no aceptaría rendiciones.
Después de una hora los ejércitos compuestos de demihumanos y demonios avanzaron sin demora.
La ciudad estaba habitada por semi humanos y demi humanos pero no confiaban que recibieran buen trato por pertenecer a especies iguales.
Pero frente a un ejército tan grande solo podían esperar.
Entre un mar entero de demihumanos transitando la avenida se destacaban seis figuras enmasc
Una mujer con armadura a placas caminaba tranquilamente por los tejados de un edificio, cualquiera que la viera seria engañado por su apariencia.
Realmente dudarían si fuera humana, si bien podría tener figura humanoide sus rasgos y movimientos se asimilaban a un felino.
Con tan solo una armadura ligera compuesta con varias placas de metal de colores distintos provocaba un sonido como de cascabel mientras saltaba de un edificio a otro.
El nombre de aquella persona era Clementine, antiguo miembro de la escritura mas fuerte en la teocracia.
Actualmente servidora del rey demonio.
Mientras suspiraba observo la avenida principal extendiéndose bajo sus ojos, actualmente se encontraba en la capital del Consejo de Argland, quizás abria considerado ser sigilosa para no despertar sospechas pero ninguna persona se encontraba en las calles de la ciudad.
Ella sabia bien de sus razones, hace tres horas el ejercito defensor compuesto por cuarenta mil demihumanos fue derrotado por los ejércitos de Jaldaboath.
Quienes podían huir se fueron, pero esa opción realmente era escasa.
Los seres humanos que representaban el menor porcentaje hace tiempo habían huido a las naciones vecinas. Sin embargo para los demihumanos que conformaban la mayor parte solo pudieron enfrentarse al enemigo.
El consejo de Argland intento el dialogo contra el ejercito invasor que los superaba en números, pero la respuesta por parte de jaldaboath y sus generales fue simplemente "Den su mejor esfuerzo"
Para clementine no quedaba duda de que pronto este país viviría solo en libros de historia, con una sonrisa de oreja a oreja salto nuevamente mientras las placas de su cadera tintineaban suavemente.
Su misión aquí era obtener información sobre las posibles contra ofensivas del primer consejal, además de vulnerar defensas y abrir la puerta al ejercito invasor.
Después de unos minutos logro llegar a la puerta Este de la ciudad amurallada.
Todos los hombres de la ciudad habían sido puestos a reforzar las defensas.
Frente a la puerta se encontraban alrededor de cien demihumanos de diferentes edades apilando
Troncos y rocas para obstruir la entrada. en su mayoria simples civiles, fue entonces que vio   placas de mithril en los cuellos de  siete demi-humanos.

Entre ellos había algunos que poseían armaduras, ellos debían ser los oficiales al mando.
Con diferentes especies formando la nación era importante considerar sus habilidades para preparar contramedidas.
Esto seria sencillo dijo lamiendo la punta de sus estiletes, ya había practicado un proceso similar eliminando a los aldeanos en la puerta Norte.
Con esto en mente dio un salto desde un edificio de tres pisos.
(pon)
Los mas próximos voltearon confundidos al ver la figura de un humano caer de un techo, mas bien bajar.
Una de sus rodillas toco el suelo, pero debido a su fuerza eso no represento ni las mas ligera molestia.
Antes de siquiera dar reacción a sus mentes clementine rebano a los mas cercanos a ella.
-¡q-que demonios! Un Orco enfurecido la miro, sin duda tenia un cuerpo verdaderamente imponente.
Con el doble de su altura y un mazo entre sus manos fue el primero en atacarla.
Clementine con movimientos que sorprenderían a cualquiera los desvió sin perder el equilibrio.
-"Muy lento" sonrio ella mientras cortaba el torso del hombre.