Albedo (Especial)

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Advertencia El capitulo a continuacion puede poseer escenas sexuales de diferente clima con respecto al resto del fanfic.
si no eres mayor de edad se recomienda no leer esto.
soy nuevo escribiendo esa clase de "contenido" asi que cualquier comentario por favor sea desde esa perspectiva.
sin mas que decir disfruten

Albedo & yo habíamos recorrido un sinfín de oportunidades, más bien ella las había tirado a mis pies y en mi extrema estupidez las patee lejos de mi como niño asustado.

Los dilemas y problemas morales no importaban. Su aliento cálido llegaba hasta mí insinuando una cercanía peligrosa.

Muy cerca del límite en el cual mis manos no podrían evitar interceder.

Me había engañado a mi mismo deteniendo mis acciones, el miedo que me sujetaba radicaba en mi poca interacción con el sexo opuesto.

En el otro mundo era un marginado social muy lejos de ser el ser magnánimo por el cual las pupilas de la mujer a centímetros mio creía.

Quizás abrirme demasiado demostraría la debilidad de un ser expuesto, sus miedos y un dolor latente por la única mujer que había amado en su vida (su madre) ella fue la única mujer que acompaño a satoru acaricio y amo.

Pero el mundo se la había arrebatado, y si amar significaba perder el no perdería nunca mas.

Eso creía

Pero albedo de una enigmática forma suspiro en su oído llevando esas estúpidas ideas, claramente estaba pensando con su segunda cabeza... aquella alojada en su entrepierna.

El collar en su cuello lo mantenía en su forma humana, si fuera no muerto estas emociones se apagarían.

Con solo tocar el ítem el podría rechazar a la hija de tabula sin miramientos

... ¿de ser asi? ¿Por qué no lo utilizaba?

Simple. No quería.

Allí afuera un sujeto se hacia llamar amo de demiurge, shalltear que era la más poderosa de los guardianes también serbia a ese amo... debía ser un sujeto extremadamente superior, Ainz nunca se había considerado el mejor jugador.

Si encontraba a un jugador tras bastidores podría... Podía morir.

Eso me asustaba.

Tan pronto como se pudo albedo se abalanzo a su querido amo y envolvió en sus brazos

La fragancia floral surgiendo de su bello cuerpo acentuado por la ropa tan unida a la piel la hacían ver increíblemente sensual.

La luz rojiza alumbrando tenuemente el cuarto no ayudaban.

Ella lo hacía sentir tan cómodo y protegido, los pechos pronunciados de albedo se apretaban a su pecho.

La extraña sensación suave y elástica corrió como electricidad en sus vertebras.

¡No llevaba sujetador! Detrás de aquel vestido escotado sus pechos estaban a su disposición.

-albedo... ¿puedo? Pregunto Ainz señalando su mano al pecho del súcubo.

Ella asintió con las mejillas sonrojadas por una timidez que enardeció sus bajos instintos.

Esta era una cara muy diferente a la que mostraba normalmente, esos gestos lesivos se tornaron tenues y delicados.

Ni el mismo imagino que preguntaría sobre ello, no tenia idea de como eran los cortejos previos al desenlace carnal.

Reafirmando mi convicción presiono mi palma en su pecho izquierdo y apretó ocasionalmente.

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