Capítulo 62

1.6K 256 17
                                    

Ya Na: Yo ganaré, Sung Hae.

SH: Yo no estoy compitiendo contigo, no se puede pelear en una guerra que ya tiene ganadora y que claramente soy yo. Puedes tenerlo todo, menos el corazón de Yung Mi, porque eso me pertenece a mi.

-Lo que ella te había confesado te dejó con el corazón destrozado, Yung Mi había sido capaz de entregarse a ella.
Y aunque querías llorar ahí mismo, no le darías ese gusto.

SH: Si me disculpa, su alteza, debo irme. Que tenga una buena tarde.

-Caminaste y la corte de damas fueron detrás tuyo. Luego de algunos minutos recorriendo el palacio Rae apareció.

Rae: Lamento la demora majestad. -Se fijó en ti.- ¿Majestad, está bien?

SH: Si Rae, pero quisiera que me dejen sola por un momento. ¿Será posible eso?

Rae: Majestad, las órdenes del rey son que...

SH: Quiero estar sola.

-Rae se fijó muy bien en ti, al parecer notó que en verdad necesitabas un momento de privacidad. Asintió e informó al resto de la corte que podían retirarse.
Respiraste aliviada al no tener todos esos ojos puestos en ti.
Marcaste rumbo a aquella pradera de bellas flores y una vez ahí pudiste sacar todo lo que habías estado reteniendo.

SH: No debería estar llorando, de alguna u otra forma sabía que esto iba a suceder.

-Tus lágrimas no dejaban de bajar, cada vez lo hacían más frecuentemente.
De pronto sentiste unos brazos rodeando tu cuerpo, creías que se trataba de Yung Mi, querías que fuera él, pero era Jung Tae.

SH: ¡Suéltame! -Lo empujaste.-

JT: ¿Qué te sucede? ¿Cuál es el motivo por el que lloras?

SH: No es tu incumbencia. Vete y déjame sola.

JT: Sabes muy bien que no puedo dejarte, siento que me necesitas.

SH: A quien menos necesito es a ti. Vete. -Diste vuelta.-

JT: Sung Hae, sabías que esto iba a pasar, te lo advertí más de una vez, pero ignoraste mi preocupación por ti, ahora estás pagando las consecuencias.

*Meses después*

-Días y noches pasaban, pero Yung Mi jamás volvió a acercarse a ti. Necesitabas una explicación, pero sabías que pedirla no era lo correcto. Él era el rey, y por más que no te gustase, él hacía de su vida lo que quisiera.
Las cosas en el reino poco a poco fueron mejorando, los cultivos volvieron a ser prósperos y gracias a la ayuda de Saro las plagas acabaron.
Sospechosamente gracias a Saro.

Rae: Majestad cada día que pasa su barriga crece y crece, pronto tendremos al príncipe con nosotros.

SH: O princesa.

-Sabías que también había esa probabilidad y te negabas a que fuera así. No querías condenar a tu hija a una vida miserable, cosa que sucedería si el hijo que Ya Na iba a tener resultaba ser niño.

Song Mi: Majestad, el rey Yung Mi ha mandado un recado para usted. -La anciana Song Mi apareció de la nada.-

SH: ¿Yung Mi? -Tomaste la pequeña hoja de papel.-

"Hay cosas que debes ser aclaradas entre nosotros.
Te espero cerca del arroyo".

SH: ¿Del arroyo?

-Te parecía extraño que Yung Mi te citara en un lugar que no fuera la pradera de flores. Pero aún así debías ir, y por supuesto hacerlo sola.
Mientras te acercabas al arroyo algo sucedió, tu collar empezó a brillar.
Si, esu fulgor era tal que intuiste enseguida que Yung Mi estaba cerca y llevaba puesto la otra parte de aeternum.

In Another Life ➳MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora