Capítulo 76

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SH: Hoy es el día, Yung Mi por fin sacará a Jung Tae de nuestras tierras.
Ya no dependemos más de él, ni de su nación.

M: ¿Somos libres?

SH: Somos libres.

-Los campesinos, las madres y los niños gritaron de alegría y festejaron la gran noticia que la reina les había dado.
Ver sus rostros rebozando felicidad era la mejor recompensa que tenías.
Ya no había más dolor, agonía ni pesadumbre.
Todo había regresado a la normalidad.

SH: Quiero que todos celebren este gran paso. ¡Daejo está de fiesta!

¡¡Viva la reina Sung Hae!!

-El grito unísono retumbó en tus oídos y soltaste una pequeña risita.
Pero de pronto toda muestra de bullicio se vio callada. Los aldeanos doblaron sus rodillas, mostrando el mayor gesto de respeto.
Sentiste que alguien te rodeaba con su brazo y volteaste. Era Yung Mi.
El rey estaba fuera del palacio.

SH: ¿Qué haces aquí, alteza?

YM: Quise venir y aprender de mi reina a comunicarme con el pueblo.

SH: Entiendo.

YM: Pueden levantarse. -Habló con autoridad.-

SH: Ven, hay un par de personas que nunca tuve el gusto de presentarte.

-Tomaste su mano y lo guiaste hasta donde se encontraban tu madre y tu hermano.
Ellos al tener al soberano frente a sus narices, enseguida agacharon sus cabezas.

SH: Mi madre y mi hermano.

-En ese momento Yung Mi soltó tu mano y un silencio se adueñó del lugar. Los aldeanos miraron sorprendidos como el rey se inclinaba ante tu madre. Incluso ella no sabía como reaccionar.

YM: Madre, gracias por haberle dado la vida a la mujer que más amo.

M: ¿M-Majestad?

-Él se levantó y de nuevo se acercó a ti. Frente a todos depositó un beso sobre tus labios.
El silencio dejó se existir cuando el pueblo entero volvió a gritar, alabando a la pareja de soberanos que tiernamente se demostraban cariño.

-Horas después regresaron al palacio. Rae los recibió, acompañada de un par de sirvientas que llevaban a tus hijos en brazos.
Diste un leve beso en las frentes de ambos, pero aún no podías quedarte con ellos. Había un asunto pendiente todavía.

<<Narra Yung Mi>>

Woo: Alteza, el rey Jung Tae está en camino.

YM: Está bien, ya tengo preparado incluso lo que diré.

-Esperaron un poco más hasta que por fin las enormes puertas se abrieron dejando ver a Jung Tae.
Sung Hae tomó con fuerza tu mano, sabías y comprendías muy bien lo que ella estaba sintiendo.
A pesar de todo, el cariño que ella le tenía a Jung Tae no había desaparecido.

YM: Jung Tae, mi reino y yo siempre estaremos en deuda contigo.
Ya no necesitamos más de tu ayuda.

JT: Alteza, has ganado una batalla, aún no la guerra.
Prepárate Yung Mi.

YM: Jung Tae, lo diré solo una vez. Termina con el odio ya, somos hermanos.

JT: Yung Mi, dejaste de ser mi hermano el día que me arrebataste a la mujer que amo.

SH: Jung Tae, por favor, para ya. ¿Qué debo hacer para que entiendas?

JT: No hay nada que puedas hacer porque jamás lograré comprenderlo.
De la manera que sea vas a ser únicamente mía.

YM: ¡Fuera de mi reino! ¡No vuelvas nunca más!

JT: Volveré por ti, Sung Hae.

YM: ¡Guardias!

-Ese día Jung Tae fue nuevamente expulsado de Daejo. Ese día se marcó el nuevo comienzo, uno en el que no habría un buen final.

*Tres años después*

-No volvieron a saber nada de Jung Tae, ni de Ya Na. Era lo mejor.
Fue un largo período de tiempo en el que viviste muy dichosa junto a Yung Mi y tus hijos.

SH: En todo este tiempo jamás encontramos el collar que le pertenece a Yung Mi.

Rae: Woo ha hecho lo posible, pero no hay ni un solo indicio que nos indique dónde podría estar.

SH: Rae, hay algo que no te conté. Hace años, cuando aún estaba embarazada, la dama Song Mi me dio un supuesto recado del rey.
Decía que parentemente quería verme y hablar conmigo, me citó en los alrededores del palacio.
Cuando estuve en el sitio mi collar brilló, supuse que Yung Mi por fin portaba la otra parte.

Rae: ¿El collar brilló?

SH: Lo hizo, pero luego una flecha fue a parar muy cerca de donde yo estaba.
Trataron de asesinarme, ahora lo sé.

Rae: Entonces...

SH: Alguien más tiene el collar, pero no podría decir quién.

Rae: ¿Por qué no dijo nada? El rey hubiera mandado a buscar a quien atentó contra su vida.

SH: Porque ese mismo día di a luz. Callé también por temor.

Rae: ¿Temor?

SH: ¿Y si fue Jung Tae?

Rae: ¿El príncipe Jung Tae?

SH: Él estaba muy cegado por el odio y el dolor. Si en verdad hubiera sido él, Yung Mi lo hubiera matado.
A pesar de todo yo no puedo llegar a imaginar a Jung Tae muerto.

Rae: ¿Puede que él sea quien tiene el collar?

SH: ¿Lo recuperaremos a tiempo?

Rae: Lady Sung Hae, ¿a qué se refiere?

SH: Rae, lo único que nos separa de la muerte es el tiempo.
¿Qué pasará si el collar no llega a encontrar su otra mitad?
Supongo que ya lo sabes.

Rae: Alteza, hay algo que no me haya dicho.

SH: No Rae, olvida todo.
Iré por mis hijos, hablaremos luego.

<<Narra Rae>>

-No comprendías nada de lo que le estaba ocurriendo. La viste marchándose y sentías un mal presentimiento.
Sabías que algo ocultaba.

Woo: ¿Escuchaste lo mismo que yo?

Rae: ¡Santos cielos! ¡Me has hecho asustar!

Woo: Rae, creo que lo que Lady Sung Hae dijo tiene que ver con lo que he visto hace unos días.

Rae: ¿Qué cosa? ¿Que has visto, Woo?

Woo: La estrella de Sung Hae se está apagando.
Cada vez su brillo es más opaco, pero no encuentro el motivo.

Rae: Debe ser una broma. Debe ser una broma muy cruel.

-No podía ser cierto, todo por lo que habían luchado se estaba yendo a la nada.
Era la primera vez que tuvieron una gran posibilidad de ser libres, de romper la maldición que se retenía en aquel collar, pero ahora la chispa de esperanza se apagaba.

¿Sung Hae estaba muriendo?

¿Sung Hae estaba muriendo?

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In Another Life ➳MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora