Capítulo 72

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SH: Yung Mi, te lo ruego. Debes recapacitar en la decisión que has tomado.

YM: Sung Hae, el protocolo real está impuesto. No soy quien para desafiarlo, y mucho menos ahora.
Ya Na se atrevió a engañarme a mi, a ti y a Daejo.

SH: Créeme que lo entiendo muy bien, Ya Na debe ser castigada, no digo lo contrario. Pero, ¿la criatura ha de pagar por los errores de su madre?
¿Es justo que sea ejecutada por algo que no es culpa suya?

YM: Es una mancha para la familia real, quien sabe que sangre corre por las venas de esa niña.

SH: Yung Mi, alteza, toma la decisión acertada, pero te pido que primero analices bien lo que harás. Busca en el fondo de tu corazón la bondad y el perdón para la inocente criatura.

-Tomaste a tu hijo en brazos y saliste de los aposentos. Era hora del baño del pequeño príncipe, las sirvientas del palacio ya habían preparado todo, Rae las había supervisado, así que no habría peligro alguno.

Rae: Majestad, yo bañaré al príncipe. Es mi labor como parte de la corte real.

SH: Puedo hacerlo Rae, es mi hijo y su madre será quien lo bañe.

Rae: ¿Alteza, le ocurre algo?

-Rae fijó su mirada en ti. Suspiraste y te odiarte a ti misma por tenerle lástima a la mujer que tanto daño te había hecho.
Te considerabas alguien muy idiota por el simple hecho de querer ayudarla.

SH: Rae, ¿soy una buena soberana?

Rae: ¿Qué? Claro que lo es, ha demostrado ser una reina justa y de corazón noble.
Su alteza jamás será olvidada.

SH: Justa y de corazón noble.

Rae: ¿Lady Sung Hae? ¿Pasa algo?

SH: No Rae.

-Contigo sentada en el trono a lado de Yung Mi varias veces se desafió el protocolo real. Esta vez no sería la excepción.

YN: ¿Qué haces aquí, Sung Hae? ¿Vienes a burlarte de mi desgracia y la de mi hija?

SH: No me confundas, yo no soy así. Ya Na, no tenías que llegar a esto. ¿Qué propósito había?

YN: Lo quería a él solo para mi, a él y al poder absoluto.

SH: Involucraste a una persona sin culpa alguna en tu deseo y en tu ambición. Fue egoísta, fue estúpido, pero a pesar de todo lo que has hecho te tengo compasión.

-Caminaste hacia ella, te arrodillaste y levemente quitaste la manta que estaba tapando a la niña que llevaba en sus brazos.
Era una linda bebé de mejillas redondas y rosadas, dormía plácidamente, acurrucada en el pecho de la persona que la había condenado a un cruel destino.
Su pequeño rostro te transmitía paz y tranquilidad, era inocente, era solo una criatura cuyo pecado fue nacer del vientre equivocado.

SH: Yung Mi no va a hacerle daño.

-Le sonreíste a la bebé y volviste a fijar tu mirada en Ya Na, ella parecía sorprendida por tu manera de actuar y por las palabras que salían de tus labios.

SH: Te lo prometo Ya Na, yo también soy madre y para mi la vida de mi hijo es lo más preciado y valioso del mundo.
Es por eso que no dejaré que tu hija pague tus errores.

YN: ¿Por qué Sung Hae?

SH: Porque soy una reina justa de corazón noble.

-Te levantaste y diste media vuelta. Caminaste unos cuantos pasos y te detuviste, sin voltear a verla volviste a hablar.

SH: Esta noche, cuando la oscuridad reine en todo Daejo te irás. Mandaré alguien que te guiará por uno de los senderos ocultos del palacio, procura que todo lo que estoy haciendo por la vida de tu hija valga la pena.
Vete y no vuelvas, desparece y enmienda tus errores. Lucha por eliminar la maldad y el odio de tu corazón.
Buena suerte.

-Esta vez si saliste, la corte de damas te estaba esperando y al percatarse de tu presencia se posicionaron tras tuyo.
Diste un pequeño paseo por el palacio, hasta que te topaste con la persona que menos querías ver.
Él enseguida llamó tu atención y pidió hablar a solas contigo.
Fueron hasta aquel sitio que para él significaba el primer beso, pero que para ti era el lugar donde conociste al amor de tu vida.

JT: Sung Hae, ¿recuerdas el día que te traje conmigo al palacio?
Eras a penas una ingenua aldeana que buscaba encajar.

SH: No buscaba encajar, te estás equivocando. Solo tenía miedo de que tu te decepcionaras de mi.

JT: Creo que todo hubiera sido diferente si yo no aceptaba ir a aquel viaje que mi padre me mandó.
Tal vez ahora yo sería tu esposo, y el niño que tienes sería mi hijo.

SH: Y seguirías siendo el mismo Jung Tae que conocí.
El hombre de alma pura e inocente hasta el punto de ser ingenuo. Tan despistado y tan tierno.

JT: ¿Qué viste en él? ¿Cómo pudiste fijarte un monstruo como él?

SH: Vi algo que nadie más pudo ver. No solo me fijé en la cicatriz de Yung Mi, si no también en lo que él era por dentro. Me di cuenta que su interior también estaba marcado por un sin fin de cicatrices, profundas, punzantes y dolorosas, heridas que solo yo podía sanar.
Me enamoré de él porque a pesar de estar roto por dentro seguía de pie. Y a pesar de ser llamado monstruo, jamás bajó la mirada.

JT: ¿Y crees que tienes un futuro a su lado?

-Tu viste se quedó en blanco cuando escuchaste su pregunta. Un zumbido molesto se hizo presente y cuando volviste a la realidad tus ojos se posaron en el gran árbol de flores rojas como la sangre que tenías frete a ti.
Sonreíste mientras las lágrimas se acumulaban en tus ojos.

SH: Lo tendría, pero he visto que la decisión que he tomado me lo ha terminado arrebatando.

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In Another Life ➳MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora