Capítulo 40

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SH: ¿Aún quieres que me vaya?

YM: Por supuesto que no.

-Todo parecía tratarse de un sueño. Al separarse de aquel beso ambos se miraron y sonrieron, no solo tu esperabas por ese momento.
Ahora él te tenía aferrada a sus brazos.

SH: ¿Qué pasará con nosotros ahora?

YM: Esta más que claro. Serás mi esposa y la madre del futuro rey.

SH: Creo que te apresuras, a penas iniciamos con esto ¿y ya piensas en un hijo?

YM: Esto lo iniciamos desde hace mucho, cuando nos conocimos, desde ese momento los cielos sabían que éramos el uno para el otro.

SH: Yung Mi, no quisiera arruinar todo, pero aún hay algo que me preocupa. ¿Qué pasará con Jung Tae?

-Te sacaste de sus brazos y lo miraste fijamente. Su expresión cambió y su mandíbula está vez estaba tan tensa.

YM: Él ha declarado intento de rebelión frente a los miembros de la corte real, y a los soldados.
El protocolo que Gojong dejó, especificaba que el nuevo rey de Daejo debía terminar con aquellos que arriesguen su trono.

SH: Él no pudo haberlo dicho en serio. O tal vez lo hizo por impulso. Dime Yung Mi ¿discutieron?

YM: Tan solo dije la verdad.

SH: ¿Cuál es esa verdad?

YM: Que Sung Hae será la reina de Daejo, se casará conmigo. Él lo tomó de la peor manera, piensa que es un capricho que tengo.

SH: ¿Y es así?

YM: Tal vez eres mi más anhelado capricho, porque sé que tu corazón no me pertenece únicamente a mi, me mata la idea de tener que estar consciente de que también sientes algo por él.
Pero yo me enamoré de ti.

-Esta vez fuiste tú la que se acercó para poder rodear su cintura con tus brazos

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-Esta vez fuiste tú la que se acercó para poder rodear su cintura con tus brazos. Pagaste tu rostro a su pecho y sentiste como tu cuerpo entero de relajaba, era tan cómodo poder saber que eras plenamente correspondida.

SH: Yung Mi, Jung Tae si ocupa un lugar en mi corazón, pero no de la manera que tu imaginas.
Él es mi amigo, como te dije, él estuvo para mi cuando más lo necesitaba, se convirtió en mi hermano. Y lo amo, lo amo mucho, pero no como hombre, admito que algunas  veces mis sentimientos sí se confundían y pretendía verlo como mi pareja, pero cuando te conocí empecé a dudar aún más.
Luego de un tiempo de descubrir quién eras en realidad, por fin todo fue aclarado. Tu eres a quien deseo tener conmigo a mi lado, como amigo y como hombre.

-Sentías tus mejillas sonrojarse, era la declaración más sincera que le podías otorgar.

YM: Jung Tae está enamorado de ti, esto será un problema. La discusión que tuvimos empezó porque me pidió permiso para casarse contigo.

SH: Yo quiero a Jung Tae, pero he tomado mi decisión.

-Él tomó tu rostro para volver a acercar sus labios. Esta vez si se trataba de un beso en el cual ambos participaban, tan solo sentir lo suaves que eran te hacían querer poder disfrutar de esa sensación por siempre.

SH: Tengo que ir a hablar con él. -Pusiste tus manos en su pecho para poder separarte.- Debo ser sincera con él.

YM: No, no irás. Lo haré yo.

SH: Por supuesto que no, si lo haces las cosas entre ustedes van a empeorar. Tengo que hacerlo yo. Confía en mi.

-Lo besaste y le sonreíste, él únicamente asintió y te dejó ir. Fuiste en busca de Jung Tae.

SH: ¿Dónde estás Tae?

Rae: ¡Señorita Sung Hae! ¡Señorita Sung Hae! -Corría hacia ti.-

SH: ¿Qué ocurre?

Rae: No, usted dígame ¿qué pasó con el rey?

SH: Nada. -No pudiste evitar sonreír.- ¿Qué debería pasar?

Rae: Pues el rey se veía tan serio. Me temía lo peor, pero por su sonrisa.

SH: Rae, si te cuento algo debes prometer que jamás se lo dirás a nadie.

Rae: Sabe que puede confiar en mí hasta con los ojos cerrados.

SH: Entonces ven, debemos ir a un lugar más privado.

-La habitación de Rae, era la que les quedaba más cerca. Entraron e hiciste que se sentara en su cama, estabas tan emocionada de poder decírselo.
Contaste todo, con detalles y emociones.

Rae: ¡¿Se besaron?! -Saltaste sobre ella para tapar su boca.-

SH: ¡Calla! Nos escucharán.

Rae: ¿Eso significa que...?

SH: Él dijo que se enamoró de mi. Quiere que sea su esposa y la madre de sus hijos.

Rae: ¿Usted siente lo mismo?

SH: Lo amo Rae, creía que era una completa tontería imaginar que al príncipe, bueno ahora rey, le pudiera gustar. Pero así es.

Rae: Entonces hay algo que debo entregarle señorita Sung Hae.

SH: ¿Disculpa?

Rae: Decidí esperar el momento apropiado para esto, asegurarme de que tomó la decisión correcta.

SH: No entiendo nada Rae. Explícate.

-Ella se levantó y fue hasta su armario, lo abrió y de él sacó una pequeña caja. Volvió al lugar donde estabas tú.

Rae: Esto le pertenece. -Abrió aquella caja y viste un hermoso collar que tenía una perla color turquesa.-

SH: ¿M-Me pertenece? Pero si jamás lo he visto.

Rae: Va a sonar un poco raro lo que voy a decirle, pero es la completa verdad, se lo aseguro.
Este collar si le pertenece únicamente a usted, a sus antecesores y a su descendencia. Desde hace años mi compañero y yo, nos hemos encargado de que el collar encuentre a su otra mitad, pero jamás lo logramos, jamás pudieron encontrarse.
Pero usted ha hecho eso posible.

SH: ¿De qué hablas?

Rae: Su nombre es aeternum, y yo soy su guardiana.

SH: Rae ¿comiste algo que te hizo mal? ¿Tienes fiebre?

Rae: Hablo en serio Sung Hae. La leyenda del collar es simple.
Aeternum brillará únicamente cuando su verdadera dueña, lo sujete, y también se iluminará cuando esté cerca de su otra parte.

SH: ¿Y qué con eso?

Rae: Sung Hae, la otra parte le pertenece a la persona que está destinada a ti. A tu alma gemela.

SH: ¿Quien lo tiene? ¿Quién tiene la otra parte?

Rae: Yung Mi.

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In Another Life ➳MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora