Diecinueve

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Se hace el silencio, y es tan raro... No sabe como abarcar el tema, como decírselo sin que se tuerza la conversación de un momento a otro. Podría pasar, ¿no? Que Steve no quisiera, que no estuviese preparado... ¿Y ella? A penas ha empezado a vivir. Tampoco es que estuviese muy por la labor, en realidad.
- Margo, me estás asustando... -Steve se tensa, es claramente visible.
Ella resopla, se prepara y le pide algo muy importante antes de empezar:
- Prométeme que no dirás nada hasta que termine con todo lo que tengo que decirte. Por favor.
- Margo...
- Por favor.
- Vale, vale... Te lo prometo.
Otro silencio.
Margo lo suelta todo, desde su malestar constante, el accidente, la operación, el riñón, las pruebas... Todo lo sucedido hasta llegar hasta la gran noticia. LA NOTICIA, en mayúsculas. Por que eso era una antes y un después, quisiesen o no. Y ya estaba hecho.
- ¿Estás...?
Steve no puede casi articular palabra y Margo ya se había echado a llorar. Después de esforzarse tanto por no hacerlo y parecer lo más tranquila posible... Nada, la emoción puede con ella.
- Dios, no puede... Yo no... -niega con la cabeza, chasqueando la lengua- Es que... joder.
- ¿Que pasa? Si no quieres tenerlo yo no... -las lágrimas caen raudas por sus mejillas, empapándolo todo- Los únicos que lo saben son Jerry y Chin, que estaban conmigo cuando el doctor me lo dijo.
- ¿Cuanto tiempo hace que lo sabes?
- Cuando te iban a operar... Pero estabas en el hospital, grave, y yo... Lo siento, yo no...
Steve niega de nuevo y estira la mano lentamente hacia su viente. Es un momento mágico y Margo ni siquiera sabe como reaccionar.
- Un bebé...
A Steve se le llenan los ojos de lágrimas, no puede contener la emoción.
- Si, mi amor. -Margo pone su mano sobre la de Steve- Nuestro bebé...
Y ahora si, lloran los dos. Porque no se lo creen, por que no saben que hacer, porque esto lo cambia todo... Porque un bebé es la prueba más única e importante de que su amor ha podido con todo y de que esto no es más que el principio. El lazo ahora es irrompible.
- Te quiero tanto... Eres el mejor regalo que la vida me ha dado y ahora vas a darme un milagro que lo llenará todo aún más de luz.
Margo se lanza sobre él y lo besa. Lo besa con pasión, con cariño, con amor... Y, por Mcgarrett y el bebé, hacen el amor lento y pausado, mirándose a los ojos hasta dejarse llevar sin prisa. Queriéndose como nunca.

Misión: Infiltración.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora