Diez

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Sale el sol, pero ella lleva un buen rato despierta. Mirando a Steve. Observando cada parte de su rostro. Vigilando sus sueños. ¿Qué se le pasaría por la cabeza a alguien como Mcgarrett?, piensa acariciándole con suavidad el brazo más cercano a ella. 

- ¿Cuánto hace que estás despierta? - pregunta al abrir un ojo. 

- Un rato... -sonríe ella. - Pero no quería molestarte. 

- Prefieres mirarme sin decir nada. 

Margo suelta una carcajada. 

- ¿Cuánto llevas despierto tú? 

Steve abre el otro ojo y se estira con ganas, despertando por completo. Es realmente temprano, las siete como mucho, pero siempre han sido de madrugar. No les importa.

- Ahora estoy despierto, antes solo... descansaba. 

Le agarra la cadera y la atrae hasta él, pegándola a su cuerpo. Margo conserva únicamente las braguitas y Steve unos bóxers negros de marca que le sientan de maravilla. Puede notar el bulto de debajo dándole los buenos días. 

Los labios de Steve buscan los suyos y Margo se echa a reír, con ambas manos sobre el pecho de Steve, mientras susurra divertida: 

- ¿No deberías prepararte para ir a trabajar? 

- Sht... - vuelve a besarla- Hoy pienso esperarme a que me llamen. Tengo todo el tiempo del mundo. 

Le aprieta el culo y la pega más a él, si es que es posible. Margo puede sentir como su cuerpo  responde por ella y se sube a horcajadas sobre Steve que, aún medio dormido,  la recibe con ganas. Se frotan el uno con el otro mientras gimen bajito y se muerden el labio. Margo no aguanta más y se aparta las braguitas para hacer lo mismo con la ropa interior de Steve y sentirlo dentro. 

- Joder, Margo. 

- Lo sé. 

Se mueven y jadean con los ojos casi cerrados y se besan, entre risas y gruñidos. Cuando terminan, entran en la ducha y vuelven a besarse, a sentirse. 

- ¿Es que no te cansas? - le pregunta, secándose con la toalla frente al espejo. 

Margo le besa y le abraza por detrás. 

- ¿De ti? Nunca. 

El móvil de Steve suena cuando están a punto de besarse otra vez. Es Danny, y eso solo puede significar una cosa: algo nuevo para los chicos y chicas de Hawaii 5-0. Steve se viste bajo la atenta mirada de Margo, todavía enrollada en la toalla. 

Se acerca para besarle la frente y los labios. 

- Tengo que irme, pero no te vayas, ¿vale? Ya que tu no trabajas me gustaría verte cuando volviese. 

Vuelve a besarla. 

- Vale, seguiré aquí cuando vuelvas. 

- Como me gusta oír eso. 


Misión: Infiltración.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora