Catorce.

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 Un par de enfermeras se asoman por la puerta al cabo de un rato, a mitad de cena, para advertirles que no pueden hacer mucho ruido ni poner la tele a estas horas. No les importa, están hablando en susurros mientras sonríen de vez en cuando por que alguno de los dos tiene salsa en los labios. Son amigos otra vez, más o menos. En realidad nunca lo han sido por que llevan años sin verse y ella solo era una niña cuando se marcharon.. Es hora de hacer las cosas bien - si se puede -.

- Fuiste muy valiente, Margo. No todas las adolescentes de tu edad son capaces de enfrentarse así contra un narco y su banda.

- No me he críado en tu isla pero los de Nueva York no me han entrenado mal, ¿no?

Steve se echa a reír y acaba su plato.

- Mañana tengo una conversación pendiente con el governador.. - y sonríe de una forma al decirlo que a Margo se le revuelve el estómago – Creo que quiere conmemorarte.

- ¿Qué? ¿A mi? - se echa las manos a la boca - ¡No puede ser!

Es lo que siempre ha querido, lo que ha soñado des de pequeña. Suprimera conmemoración importante, no una por rescatar perros oevitar peleas entre prostitutas y camellos. Ha atrapado a una bandade narcotraficantes peligrosa a la que han estado intentando cogerdes de hace años.. Aún no se lo cree. Dios, es como un sueño.

- Vamos a ponerte vigilancia y Jack ya está mirando otro piso al otro lado de isla, cualquier precaución es poca para estos casos.

- Pero.. Voy a estar bien, ¿no?


- Claro. - sentencia serio – No voy a dejar que te pase nada. Ni a ti ni a ninguno de los miembros del cinco-cero.

Sonríe y le acaricia el brazo, después recoge la cena y sale al pasillopara tirarlo todo a la basura y comprar algo de beber en la máquinade la sala de espera. Cuando vuelve a la habitación Margo no estáallí, ni rastro de ella. ¿Pero qué..? Si no ha estado fuera niquince minutos, es imposible que alguien..

- ¿Margo? ¿Margo donde..?

Pero antes de que pueda acabar la pregunta la cadena del baño se oye tras el y la puerta se abre, se coge automáticamente el arma aunque yasabe quien va a salir. Tiene la bata del hospital puesta y unaszapatillas verdes, se ha recogido el pelo en una coleta medio desechay aún tiene las pestañas pintadas. Está guapísima. Aún llena demoratones, arañazos y un bendaje que le cubre casi todo el torso.¿Como puede alguien tan joven irradiar tanto poder, fuerza y brillo?Aparenta diez años más, como mínimo. Es increíble.

- ¿Que pasa? Tenía ganas de mear..

Se echa a reír y espera que Margo se le acerque lo suficiente paraabrazarla y apretarla contra su pecho. No sabe muy bien por qué perolo necesita, necesita sentirla cerca y protegida. El pelo se leenrreda entre los dedos y él lo acaricia con suavidad, aspirando elaroma que Margo desprende por cada poro de su cuerpo. Huele tanbien.. ¿Por que no puede quitársela de la cabeza? Solo hace un parde semanas que se conocen y cuatro días que se acostaron. Además,es menor. ¿Se está volviendo loco? No puede hacer esto.

- Margo..

- ¿Qué? Has sido tu el que me ha abrazado.

- Lo sé, lo sé.. No sé que estoy haciendo – murmura apartándose – Me estás volviendo loco.

- Eso es bueno, ¿no?

Margo ríe pícara y posa ambas manos sobre su abdomen. Steve sienteescalofríos, apoyándose en la cama mientras la chica se colocaentre sus piernas. La puerta de la habitación está cerrada y loscafés enfriándose sobre la mesa. Margo le acaricia el pecho sobrela camiseta a Steve y sonríe, mordiéndose levemente el labio. Seacerca muy lentamente y pega su cuerpo al del chico, apoyándose enél. Steve la mira fijamente a los ojos mientras pone las manos sobresus caderas y suspira, intentando contenerse todo lo que puede.

- No voy a besarte, Steve. No voy a hacer nada. - le susurra casi en los labios – Somos amigos por que tu lo has decidido, así que.. Somos amigos.

Steve, sin poder creerlo, se echa a reír y se frota los párpados y elcuello para aliviar la tensión. Esa chica va a acabar por matarle..Y el miedo de algo tan nuevo tras lo de Katherine y encima así muchomás. Tiene diecisiete años, ¡es menor, joder! No puede hacer esto.

- Somos amigos, Margo. - le acaricia la cara y le besa la mejilla – Es lo mejor.

- No entiendo como puedes ser uno de los mejores policías de la isla y tener tanto miedo al amor.

Steve no dice nada y se levanta, caminando hacia la puerta del cuarto. Estarde y tiene que irse, sobre todo por el calor que tiene en estosmomentos. ¿Amor? Des de hace más de siete meses que él no sabe loque es el amor. No quiere ni puede saberlo, el trabajo y sus amigosocupan todo su tiempo y así debe seguir siendo.

- Adiós, Margo. Descansa.

- Lo mismo digo, Steve.. - sonríe metiéndose en la cama – Hasta mañana.

Misión: Infiltración.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora