Misión: Infiltración.

Veintisiete

2 horas desde el secuestro...

Todos en esquinas, sollozando y suplicando no ser vistos ni llamar demasiado la atención. Algunos, incluso sudaban como si el aire acondicionado no estuviera puesto.
En el edificio que el cinco-cero compartía con la policía no solo se encontraban agentes, sino también muchos civiles y personas que, a pesar de trabajar allí, nada tenían que ver con el mundo de la delincuencia y la justicia.
Margo, acurrucada junto a decenas de mujeres más, lo observaba todo a su alrededor. Como eran los enmascarados, que armas llevaban, su lenguaje corporal... Todo. Y Steve, en la otra punta de la sala, hacia exactamente lo mismo.
Tenían que intentar contactar con Danny y el resto, aunque ya estuviesen al tanto de lo que pasaba. Poco faltaría para que aparecieran cadenas de televisión y cuerpos de seguridad de la isla. Incluso de otras partes del mundo, si eso llegaba muy lejos.

3 horas y media desde el secuestro...

Se mea, no puede aguantar más o acabará haciéndoselo encima. Los gemelos ya no se andan con tonterías y su capacidad para aguantar sin ir al baño no es la misma que antes.
Se incorpora poco a poco, poniendo una mano en la pared y la otra en la barriga. Las mujeres de alrededor la miran horrorizadas, temblando. Los han dividido por sexos y peligrosidad. Y ella, por supuesto, está con las mas débiles. ¿Que va a hacer una embarazada en un atraco?
- ¿que haces, niña? Te van a matar.
Margo las ignora y levanta la mano, llamando la atención de uno de ellos. La apunta con un arma y todos empiezan a gritar.
Margo, en cambio, ni siquiera pestañea.
- Necesito ir al baño, por favor.
Siente como la mirada de todo el mundo está puesta en ella. Sobre todo, la de Steve, que a punto está de ponerse en pie y liar una buena. No lo hace, y menos mal. Porque Margo ya piensa en otro plan.
- Venga, pero rapidito.
La acompaña, sin dejar de apuntarla, por la gran sala hasta el pasillo que da a los baños. Margo consigue persuadile para entrar en el de personas con diversidad funcional.
- los otros son muy estrechos, ya sabes. -y se señala la barriga.
El hombre la mira un segundo y accede, encogiéndose de hombros como respuesta. Es su momento.
Pasa el pestillo sin que se escuche, levanta la tapa y le da al grifo del agua mientras busca algo que pueda ayudarla. Horquillas olvidadas por el suelo, algo que pinche... Ni siquiera tenia su movil, se los habían quitado a todos y puesto en una caja en el centro de la sala. Pero, ¿para que quería un movil teniendo su dispositivo del cinco-cero para comunicarse? Escribió los mas rápido que pudo enviando toda la información al equipo y rezó -mientras meaba- para que ellos supieran que hacer lo antes posible. Sino, ahora si que no sabia como salir de esta.

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¡Holi! ¡He vuelto!
Estoy a muy pocos capítulos de terminar el fanfic. Así que espero que os esté gustando y que podáis disfrutarlo como he disfrutado yo escribiéndolo.

¡❤️!