Diecisiete;

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  Tras la entrega de la medalla a buena ciudadana y policía han picado durante más de media hora mientras hablaba con unos y otros. Ha conocido a agentes de policía la mar de simpáticos y uno de losjefes le ha dado a entender que posiblemente la llamen para empezaren el mundo policíal antes de lo que cree. ¡Está emocionadísima!Y encima todo el mundo quiere hablar con ella y felicitarla, es elcentro de atención en todo esto.

- ¿Te apetece otra copa de champán?

Margo niega con una sonrisa, luego se lleva otrocroassan pequeño a la boca mientras mira a David, que si que cogeotra copa y se la lleva a los labios para aprovechar todos los lujosque estar allí le proporcionan.

- ¿Lo estás pasando bien?

- Mucho, esto es increíble. - sonríe - ¿Y tú?

- También, gracias.

Se sonríen y siguen hablando, para conocerse mejor,hasta que Kono y Adam aparecen para decirles que ya se marchan. Luego algunos policias más hacen lo mismo, hasta quedar poco más de diez personas en el encuentro. Jerry se acerca una media hora después y felicita a la chica, aunque con un tono de voz un poco raro:

- Seguro que en nada te dan la placa, te la has ganado con creces.

- ¿Qué? ¡No, claro que no! - ríe – ¡No me van a dar una placa!

- ¿Y como es que no la tienes aún, si ayudas mucho con los casos, no?

- Lo sé.. Lo sé, - suspira – eso preguntaselo a Mcgarrett.

David y Jerry empiezan a hablar sobre cosas delcinco-cero, conspiraciones sobre extraterrestres y mil cosas más delas que Margo ni se entera. Al principio les sigue pero después ya se da por vencida, es algo a lo que no llega su interés por cosas como esas. Aprovecha para disculparse cuando ambos se ríen tanfuerte que parecen fingirlo y persigue a uno de los camareros paraque le deje comerse un par de panecillos con jamón que todavía lequedan:

- ¿Qué? ¿Te aburres?

Se gira de un salto para encontrarse a Steve sonriendocon una copa de champán medio vacía en la mano. Está realmenteguapo con esa camisa azul marino y los tejanos claros, que acaban enunos zapatos marrón oscuro muy elegantes. Margo se encoge de hombrospor que ahora mismo no sabe que decir y Steve vuelve a sonreír, ¿esque lo hace a drede para volverla loca o qué?

- Por cierto.. ¿Quien es tu amigo? Parece llevarse muy bien con Jerry.

- David.. Ya le has conocido, ¿no? Nos hemos visto un par de veces y.. Me cae bien.

- Ah.. No está mal. - está a punto de decir algo más cuando aparecen Danny y Grace a sus espaldas - ¿Que pasa, colega?

- Nos vamos ya, Grace tiene que volver con su madre para comer y yo estoy bastante cansado, la verdad..

Grace y Margo se funden en un abrazo y se despiden conun par de besos y algunas frases bonitas, parecen llevarse muy bien apesar del poco tiempo que hace que se conocen. Luego llega su padre,que la abraza brevemente y le da la enhorabuena antes de despedirse con amabilidad. Saben que no tardarán mucho en volver a verse.

- ¿Tu también te vas? - pregunta Margo cuando no hay moros en la costa – Ya es tarde y si quieres..

- No, tranquila, me esperaré a que todos decidan marcharse y hablaré un poco más con el jefe de policía. Es lo que tiene ser el cabecilla del cinco-cero, ¿no?

Margo ríe y asiente, acabándose de comer losdeliciosos bocados que tiene entre los dedos. La verdad es que Steveestá siendo amable y bueno en todo momento, y mientras ella no se leinsinue ni nada todo seguirá igual. Además, ya se lo dijo en elhospital, solo tendrán algo cuando él esté preparado, e iba muyenserio.

  El coche se detiene frente a una bonita y pequeña casa blanca con unjardín que la rodea y una verja no muy alta de madera justo delante. Es muy bonita, y se nota bien cuidada a pesar de no ser de las máscaras de la isla, al contrario, han ido a parar a una de las zonascon menos recursos de Hawaii. Se despiden de David al unisono y élles agradece una y mil veces que le hayan invitado:

- Ya nos veremos, Margo.. - sonríe mientras se baja - ¡Adiós!

- ¡Adiós, adiós!

Se quedan solos en el coche, su tío y ella, y Margo empieza a notar que Jack quiere decir algo pero se queda callado. Es como si estuviese luchando contra su propia persona para mantenerse callado, y al final lo consigue. Que más da, - piensa ella –seguro que sería una tontería.

Llegan al piso a las tres y se preparan algo rápidopara no morir de hambre, después Margo se desnuda en su cuarto y sepone el pijama para poder dormir un rato. A pesar de lo bien que loha pasado durante la mañana tiene que confesar que está cansada, y mucho. Aún no se ha recuperado del todo de las palizas y los sustos que recibió hace a penas una semana y tanta emoción la ha agotado por completo.

Se echa sobre la cama, bajo las sábanas suaves que leacarician los pies, y se dispone a cerrar los ojos cuando su móvil suena dos veces sobre la mesita. Le ha llegado un mensaje.

- ¿Podemos quedar esta noche en mi casa? Quiero hablar contigo.

Misión: Infiltración.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora