Cinco.

1.3K 73 0
                                    


Las oficinas del cinco-cero son enormes, llenas de seguridad y tecnología que Margo solo ha visto en los libros de la academia y páginas de internet. Patrick Rodríguez y toda su información se muestra en la enorme pantalla que hay en una de las paredes, frente a una mesa-ordenador táctil igual de grande que no puede evitar mirar como si fuese de oro.

- Te veo muy entregada.. - comenta Kono con una sonrisa. - ¿Te gusta este mundo?

- Voy a llegar a ser la mejor agente especial de todo Estados Unidos, Hawaii o donde haga falta.

- Me recuerdas a mi cuando empecé aquí, cuando mi primo Chin y el resto me reclutaron para el cinco-cero aún no había acabado en la academia y los primeros meses fueron prácticas.

- Ojalá en Nueva York fueran así de buenos... - suspira – Supongo que es el sol y la buena comida.

Kono se echa a reír y empieza a explicarle a Margo todo lo que tienen sobre el sospechoso, en parte, gracias a ella. Ha visitado un par de clubs después de la fiesta y esa misma mañana ha quedado con dos hombres trajeados con los que se ha reunido en un bar pijo de la isla durante media hora.

- Necesitamos un buen plan para atraparlo, no nos vale cualquier cosa.

- Ya intentamos cogerle un par de veces más hace un par de años, cuando volvió a la isla unos meses.

- ¿Y hace cuánto que ha vuelto a hacerlo?

- Un par de semanas, como mucho. Cuando llamamos a tu tío para ayudarnos en el caso.

Jack mira a Margo unos segundos y resopla.

- Estuve cara a cara con ese tío hace unos años, a cuatro metros como mucho. Y se me escapó.

- ¿Cómo?

- Había muchísimos de sus hombres y solo éramos seis policías en cubierta, era un suicidio intentar algo.

Lo recuerda con claridad como si estuviese pasando en ese mismo instante. Le dio tantísima rabia no poder hacer nada ese momento contra Patrick.. Pero fue imposible. Seis no podían hacer nada contra mas de quince sicarios y narcotraficantes. Hubiese sido la muerte de todos sus compañeros y la suya propia, y tenía una sobrina de la que cuidar. 

- Estos son algunos de sus hombres.. - murmura Kono mostrando las fotos – Personas sin piedad, muchos de ellos contrabandistas, asesinos o chulos.

Margo se detiene un rato mirándolas con atención y consigue reconocer a un par de ellos. El rubio alto con una barba muy poblada y un hombre rapado lleno de tatuajes con cara de pocos amigos. Los señala y explica que en la academia hablaron de ellos durante semanas por que una patrulla casi había podido cogerlos al lado de una discoteca, pasando heroína o algo por el estilo:

- Encontraron sus cuerpos a pocas calles, detrás de unos contenedores de basura por la mañana - suspira –. No tenían más de veinti ocho años.

Danny se da la vuelta y suspira, realmente cabreado. Tienen que coger a esos tíos, sobre todo al cabecilla, por que sin Patrick Rodríguez sus hombres no tienen nada qué hacer en las calles y contra la policía. Acabarán todos pudriéndose entre rejas.

- Tengo una idea.

Todos miran a Margo, que acaba de posarse con ambas manos sobre la mesa táctil y mira fijamente todas esas fotos y documentos sobre el grupo.

- Vamos a atraparles - sentencia –, y va a ser en cinco días.


Misión: Infiltración.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora