Veinti cinco.

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11 días, 2 horas y 34 minutos desaparecida;

  Elena sigue quejándose, están muy cansadas y ya han andado un día enterocasi sin dormir. Está amaneciendo de nuevo y ellas no han parado dedar vueltas y vueltas por esa selva de a saber donde:

- ¡Es que ni siquiera sabemos si estamos en Hawaii!

- Como no vamos a estar en Hawaii? ¿A vosotras os han subido en un avión o en un barco?

La coreana las mira con cara de miedo y  lágrimas cayendo por sus mejillas, lleva un rato llorando como una niñapequeña y diciendo cosas en su idioma natal pero ya no le hacencaso:

- A mi sí.. Des de Chicago, - dice con dificultad – estaba estudiando en la escuela de arte y..

- Vale, sí. Tu eres la única, pero yo no recuerdo nada y Elena tampoco. - espera un momento y pregunta – Por cierto.. ¿Como te llamas?

- Yan, encantada.. Supongo.

Las tres sonríen y siguen andando, si no se detienenpodrán estar en algún lugar concreto y más sivilizado cuando salga el sol por completo. Necesitan encontrar ayuda, un teléfono parallamar a emergencias y que estos avisen a la policía o alcinco-cero, como hicieron cuando Patrick la secuestró. De eso empieza a saber ya un poco.

- ¿Y si nos subimos a un árbol o algo? Así seguro que podemos ver algo más que todos estos arbustos..

Margo mira a Elena y asiente, la chica tiene razón,pero ninguna está en condiciones de subirse al árbol y trepar. Llenas de moratones, arañazos, y heridas que ya no sangran pero lo han estado haciendo durante un buen rato. Están totalmentedestrozadas, pero con más suerte que la otra chica, el cadáver que han dejado en el camión.

- Venga.. Yo puedo intentarlo.

Ella es la más capacitada, se lo han enseñado en elcuartel y puede hacerlo. Está segura de que puede. Así podrá ver algo entre todo ese kaos y conseguirá volver. Joder.. Volver con sutío, con Kono.. Con Steve. ¿Cuanto lleva desaparecida? Se le está haciendo una eternidad.

Coge ambas ramas de uno de los árboles más altos y conmás salientes para subir y empieza a hacerlo. Poco a poco y concuidado, dejando abajo a Elena y Yan, escondidas entre los matorrales y hojas por si escuchan un ruido o pasa alguno de los hombres que las deben estar buscando. Llega arriba en poco más de cinco minutos,resoplando y gruñendo por el esfuerzo y el dolor. Le duele todo el cuerpo pero lo ha conseguido. Aparta las hojas y ramas del árbol y sube un poco más para apreciar mejor lo que tiene ante sus ojos. Laisla.. Entera, y no muy lejos. Tres o cuatro kilómetros más comomucho.

- ¡Chicas, lo veo! - exclama bajando como puede - ¡Lo veo!

Se resbala y cae de bruces al suelo, se escucha uncrujido brutal que llena la selva y grita aún más fuerte. Laschicas van a su rescate y la ayudan a levantarse, se ha roto el brazoy le duele muchísimo. Lo sabe por qué se nota el hueso pinchando lacarne, queriendo salir hacia afuera. Tiene un bulto en la parte exterior del antebrazo, pero puede andar y eso es lo que cuenta. Nose ha echo daño en los tobillos ni las rodillas, así que les señalael camino a las demás y vuelven a emprender rumbo de nuevo.

11 días, 3 horas y 17 minutos desaparecida;

  Sonríen y lloran a la vez, lo han conseguido. Están de nuevo en lacivilización y pueden pedir ayuda, aunque no pueden fiarse de cualquiera. No se atreven a pedirle ayuda a cualquiera por si son amigos, compañeros o socios de la gente que las ha cogido.

- ¿Y si entramos en algún bar? ¿O un hotel? No sé.. Algo tendremos que hacer, ¿no?

De pronto, al final de la calle aparece un coche depolicía. Un control rutinario, o algo más gordo de lo que ellas aún no saben nada, pero no pueden perder la oportunidad. Tienen que llamarles, ellos si que deben conocerla.. ¿No? Mcgarrett y su tío tiene que haberles informado.

- ¡Perdone! - exclama corriendo hacia el coche - ¡Necesitamos ayuda!

- Disculpe señorita, ¿están bien?

- Soy Margo, del cinco-cero. Necesitamos ayuda, mis amigas necesitan ir a un hospital urgentemente. Tiene que verlas un médico.

Los dos agentes se miran con el ceño fruncido y lavuelven a mirar, después a las dos chicas que van con ella y nuevamente entre ellos.

- Llama al capitán Mcgarrett, yo voy a mandar a una ambuláncia a recoger a las chicas, que parecen heridas. - baja del coche y se acerca a ellas - ¿Sabéis quien ha sido? ¿Que os ha pasado?

Ninguna contesta, están demasiado asustadas y Margo pordetrás les indica que no digan palabra. Ella va a arreglar esto encuanto llegue a las oficinas del cinco-cero y hable con su tío, Lou y el resto. No se fía de nadie más que no sean ellos. Ni aunque lleven uniforme, pistola y placa.

Ya he llamado a Mcgarrett.. Un equipo del SWAT y el cinco-cero estará aquí cuanto antes. La ha reconocido al instante, parece algo importante.

  Los paramédicos llegan antes que lapolicía y las suben en la ambuláncia para administrarles oxigeno ysuero, Yan está muy mal, peor que las demás. Le cuesta mantenerse despierta y a penas puede caminar, aunque Margo tiene el brazo roto yllora por pura desesperación. Rabia acumulada que le llaman.

- ¿Cuanto tiempo habéis estado sin comer ni beber nada?

- Ni idea.. Creo que nos hemos pasado un día y medio caminando sin parar para llegar a algún sitio. - susurra Elena apartándose la mascarilla – Y sin comer a lo mejor dos días.. Me he bebido mis lágrimas y por eso no he muerto, creo yo.

- El suero os calmará un poco, no podéis comer ni beber nada durante, al menos, cuatro horas.

Ambas asienten y miran a Yan, a la que intentan mantenerdespierta hasta llegar al hospital. Una vez allí, cuando se abrenlas puertas de la ambuláncia, ya hay camillas y sillas de ruedas preparadas para ellas. Y una habitación en la que estén las tres ycon protección, lo han exigido.

- ¿Donde está? ¡¿Donde está, joder?!

Margo escucha los gritos al final del pasillo y selevanta de la silla a tropicones, casi cayendo de bruces, incando las rodillas para ponerse de pie y observar al hombre de espaldas a ellas que le pregunta una y otra vez a las enfermeras y doctores por elparadero de las desaparecidas.

Los enfermeros intentan coger a Margo pero no les deja:

- ¿Steve? - le tiembla la voz - ¡Steve!

Steve deja de preguntar, se detiene de golpe y cuando segira y la ve su cara es un poema. Se le abren los ojos como platos,abre la boca formando una O perfecta y sale corriendo hacia ella comosi nadie más estuviese en ese pasillo. La coge entre sus brazos y la besa; en las mejillas, la frente, el pelo.. Y los labios. No le importa que le estén viendo todos los presentes, que ella sea menor y aún le queden treinta y dos días para cumplir los dieciocho. No le importa que las enfermas y médicos les miren, que Jack le vaya a matar y que su mejor amigo no quiera ni mirarle.

Y a Margo le da igual que el brazo le duela tanto quequiera morirse, que a Steve le pueda caer una buena y que su tío vaya a matarla. Que se haya pasado días sin comer, recibiendo paliza tras paliza y que ahora mismo esté a punto de desmayarse. A punto de desvanecerse.

Misión: Infiltración.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora