Catorce

235 19 3
                                    

Primera hora de la mañana, poco antes de las 7, y la planta 4 del hospital de Hawaii Centro es un caos. Enfermeras, médicos, celadores, pacientes... Ni rastro del cinco-cero.

Margo corre como loca hasta el mostrador para hablar con la chica que hay detrás. Le pregunta por Steve Mcgarrett. Ella levanta la vista del ordenador, como si nada, como si nadie fuese a sufrir daños porque no le afecta a ella directamente.

- ¿Es familiar directo? Si no no puedo darle información.

Margo estuvo a punto de pegarle un puñetazo.

Jerry tiene que apartarla para que no lo haga y se enzarza en una especie de conversación-pelea con la chica de detrás del mostrador. Acaba viniendo otra y hablan los 3 un buen rato, sin llegar a nada que les indique dónde pueden encontrar a Steve. Maldita sea, piensa exasperada. Le va a dar algo y la hamburguesa con queso que han comido no ayuda en absoluto.

Por el bien de todos, Chin aparece por el pasillo, a lo lejos. Margo lo ve. Las enfermeras y la conversación con Jerry pasa a segundo o tercer plano, porque Chin también la ve y sonríe a medias, llegando para abrazarla.

Margo se pone a llorar, se teme lo peor.

- ¿Qué ha pasado?

- Van a operarlo, Margo. Han tenido un accidente de madrugada en helicóptero...

- ¿En helicóptero? -frunce mucho el ceño y Jerry aparece a su lado, poniéndole una mano sobre el hombro para reconfortarla- ¿Qué hacía Steve en un jodido helicóptero?

- Iba con Danny, el accidente lo han sufrido los dos. Steve está peor, para que voy a mentir. -hace una pausa y mira a Jerry, como si Margo no fuese a entender lo que pasa- Tienen que operarlo, pero...

- ¿Pero qué?

- Que le han fallado los 2 riñones, necesita un transplante urgente de 1, como mínimo, si no...

Margo no escucha nada más. Los sonidos llegan amortiguados y ni siquiera siente el golpe contra el suelo después de que todo se torne negro.


Parpadea con pesadez, mareada, con un montón de voces rondando a su alrededor. Medio tumbada en una camilla del pasillo, ve a Jerry, Chin y Grace. La chica está llorando, cogida de una mano que Margo no nota. Se le han dormido las piernas y los brazos y le duele la cabeza. Eso es lo peor.

- Eh... Estás despierta... -Chin sonríe- Menos mal.

Recuerda de golpe porque se ha desmayado y se levanta casi de un salto, mareándose otra vez. Jerry la coge por los brazos y la obliga a volver a la camilla, junto a Grace.

- Dios, decidme que no me vais a dar la peor noticia de mi vida. Otra vez.

- No, no... Todo sigue igual, pero el tiempo se agota y no encontramos soluciones.

Grace le aprieta la mano hasta que nota el tacto y le explica que su padre, Danny, podría ser un excelente candidato para el transplante, pero está inconsciente, convaleciente por el accidente, y no puede firmar la autorización para la operación.

- Yo lo haré. -dijo sin pensarlo- Yo me haré las pruebas para el transplante.

Jerry vuelve a detenerla.

- ¿Estás segura?

- Steve no va a morir si yo puedo evitarlo.

Busca a alguien que pueda ayudarla y le cuenta la situación. Todo el hospital parece estar al tanto, así que no se le hace difícil que le hagan las pruebas para saber si puede o no ser la donante. Habla con un doctor sobre sus antecedentes y sobre los motivos para donar y responde un test en el que le preguntan cosas como: cuanto y cada cuanto bebe, si fuma, si toma substancias psicotrópicas... Responde a todo con sinceridad, incluida la de si cree que podría estar embarazada. NO rotundo, porque es imposible.

- Perfecto, señorita. Ahora procederemos a verificar su historial médico y la llamaremos para hacerle un análisis de sangre. Espere aquí.

- Bien.

No tarda en entrar un enfermero algo más mayor con una sonrisa atenta y buenos modos para atenderla. Trata de no marearse ni vomitar mientras le hace el análisis y espera cuándo se va y la deja sola. Jerry y Chin llegan poco después, contándole que les han dejado estar con ella y que Danny sigue inconsciente. Grace está con él y Kono, que no para de hablar con médicos sobre las posibilidades que tienen ambos de salir airosos de todo esto.

Margo no puede evitar echarse a llorar. Si no le dejan ser donante no sabe que va a pasar y no quiere ni siquiera pensarlo.

- Si yo no...

- No pienses en eso, no te sirve de ayuda.

El llanto es lo único que se oye en la pequeña sala el tiempo que pasan allí. Chin va entrando y saliendo para hablar por teléfono y con enfermeros y médicos que pasan por allí. Margo no puede ni levantarse y Jerry no se separa de su lado, sentado en una de las sillas.

¿Cuánto tiempo pasa? ¿Media hora? ¿1 hora y media? No lo sabe y se está volviendo loca. ¡Steve va a morir si no hacen nada para salvarlo, joder! ¿Cómo pueden tardar tanto? Las veces que entra Chin no dice nada y Jerry ha desistido en animarla porque no para de llorar. Cada varios minutos recuerda todo lo que está sucediendo y se echa a llorar y a berrear otra vez, pensando en lo peor. Lo sabía, sabía que la tranquilidad de la cena con Jerry era el principio del fin. Algo se lo decía y no se equivocaba.

Chin entró de repente, acompañado por el mismo médico con el que había hablado antes.

- El doctor quiere hablar contigo, Margo. ¿Quieres que nos vayamos?

- No, no. Por favor.

Se quedan, Jerry sentado en la silla de antes y Chin apoyado contra la pared, junto a la puerta. El doctor no parece animado y eso es muy mala señal, no hay que ser muy lista para saberlo. Las lágrimas caen por sus ojos antes de que empiece si quiera a contarle lo que ha venido a decir.

- Tengo 2 noticias buenas y 1 mala. ¿Tienes alguna preferencia?

Eso la desarma.

- ¿2 buenas y 1 mala? -mira a sus acompañantes con el ceño fruncido- Eh... La mala primero.

- No puedes ser la donante del señor Mcgarrett.

Margo se echa a llorar, pero no deja de mirar al doctor. Sus ojos clavados en los de él, como si fuera a perderse algo al parpadear o mirar hacia otro lado. No dice nada, esperando a las 2 buenas noticias que no entiende que pueden ser si todo en su mundo se está viniendo abajo. Jerry y Chin tampoco hablan.

- Y las buenas noticias... -lo ve sonreír un poco, lo suficiente para que no lo parezca en exceso, y mira a todos los presentes antes de proseguir- Danny ha despertado hace unos 30 minutos y ha firmado el consentimiento para que lo operemos. Ya lo estamos bajando a pre-operatorio y en unas horas los tendremos en planta. A los dos.

Margo llora aún más fuerte, ahora de felicidad, tapándose el rostro un momento mientras Chin y Jerry sonríen agradecidos y dan gracias a los que sea que esté cuidándoles desde arriba. Las cosas van a salir bien, repite Jerry mirando a Margo. Te lo dije.

- ¿Y la segunda buena noticia, doctor? -pregunta Margo consciente de que no se ha ido y de lo que le ha dicho antes- La segunda buena...

Se hace el silencio en la sala.

- Para ser sinceros, no se si es o no buena noticia, y supongo que no lo sabe porque si no no se hubiese hecho las pruebas para ser donante, pero...

- ¿Tiene algún problema? -pregunta Chin con el ceño fruncido.

- No, en absoluto. La señorita no ha podido ser donante porque... -una pausa que a Margo se le hace eterna- Está embarazada.

Misión: Infiltración.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora