Doce;

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 Yuna y Sally la miran como si tuviera una jirafa gigante bailándole en lacabeza mientras les acaba de contar su encontronazo con Katherine ylo que ha dicho Jerry después. Esa conversación ha sido todavía más dura que la anterior.

- Te está haciendo un favor, aunque no lo sepas. Si se fue tras ella a una misión en Vietnam y no está intentando volver contigo es por algo, ¿no? Duele aceptarlo pero..

- ¡Pero esa tía esta loca! - suelta Yuna - ¿Como una mujer más mayor puede hablarte así después de todo?

- No tengo ni idea, pero tengo unas ganas de patearle el culo..

- ¿A una SEAL, militar y policía? Lo veo bien.. - suelta Sally mientras sus amigas se ríen – No, pero ahora en serio, tenemos cosas más importantes de las que preocuparnos ahora.

Yuna abre la carpeta y saca los folios en blanco,después abre el estuche y saca todo lo necesario para escribir y subrallar los difíciles apuntes que les quedan por delante. Solo les quedan dos más y serán libres, aunque quizá esa libertad Navideñasolo consigue hacer prisionera a Margo, a la que empieza a aterrarle la idea de perder una rutina a la que estaba acostumbrada. Después ha quedado con Stefan para cenar, la ha invitado a un restaurante Hawaiano al que no ha ido nunca pero del que le han hablado muy bien.Parece caro pero Stefan tiene dinero, o al menos su familia si. Poreso deciden pasar cada año una parte de las vacaciones en Texas, dedonde es su abuela materna. Otra de las cosas que le dan miedo, quedarse sin el apoyo, las llamadas y los momentos de desconexión con un chico que está sorprendiéndola mucho más de lo que esperaba en un primer momento.

- ¡Margo! - exclama Yuna resoplando - ¿Puedes concentrarte en los exámenes y dejar de volar? Vas a suspender si no te lo tomas en serio.

Abre mucho los ojos, volviendo al presente, y asientemirando a las dos chicas que tiene delante. Tienen razón, debe dejarde pensar en cosas que no importan ahora y concentrarse. Las últimas pruebas le han ido bien y no quiere meter la pata al final. Algo quehace continuamente.

  Al otro lado de la isla, en las oficinasdel cinco-cero, Steve y su equipo acaban con un día duro de trabajo en el que han vuelto a ayudar a turistas y residentes de la isla yturistas agradecidos por la buena labor que hacen todos los días.

- Entonces, ¿no os apetece ir a tomar algo al bar de la playa?

- Por mi si, llamaré a Adam para que venga también.

Lou sonríe y asiente.

  Perfecto.

- Venga, nosotros también nos apuntamos.

Todos miran a Mcgarrett, que observa su teléfono muyconcentrado. Le preguntan si les ha oído y si quiere ir con ellos,pero niega algo distraído y les dice que irá después, cuando acabe con el papeleo para las oficinas de policía que tiene que entregarmañana y un par de permisos para el gobernador. Aunque no tiene muchas ganas de salir tampoco.

- ¿Estás bien?

Steve observa a Dani y sonríe de medio lado.

- Claro, si, pero tengo cosas que hacer. Id y bebed por mi.

- Llámame si acabas pronto y quieres venir.

Asiente y vuelve a sonreírle, se funden en un abrazorápido y se despiden para dejar a Mcgarrett a solas en su despacholleno de papeles y carpetas. El móvil vuelve a sonar sobre la mesa pero esta vez ya no le hace caso, sabe quien es y que no esverdaderamente importante. Contestará más tarde.

  Una hora y media después, pasadas las doce y media dela noche, consigue terminar y recogerlo todo. Su teléfono a sonadoun par de veces más durante ese rato pero ni siquiera lo ha mirado. Son de Katherine la gran mayoría pero hay dos llamadas que le llamanla atención, una es del número de las oficinas del gobernador –lo reconoce al instante – y el otro de la comisaría del otro lado de la isla. A pesar de lo tarde que es decide llamar a ambos números, sabe que hay oficiales trabajando a todas horas en ambas partes yconocen su número a la perfección.

Misión: Infiltración.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora