Veinticuatro

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El gobernador les pidió que ayudasen a un amigo suyo, retenido en una base enemiga en un punto indeterminado del mapa que tenían que averiguar. Era una pieza importante en un caso secreto que el gobierno llevaba mucho tiempo maquinando. No podían fallar. Pero eso significaba, que Steve tenía que volver a marcharse. No sabía por cuántos días, y ella se queda con Jerry y Grace. Han decidido dormir todos en casa de Mcgarrett para hacerse compañía, ya que Danny también se marchaba.

Cono y Adam pasarían de vez en cuando por casa para vigilar que todo fuese bien, pero podían apañárselas solos. Eso es lo que decían todo el rato: a Steve, a Danny, al resto del equipo... Grace está emocionadísima con la idea y a Jerry también le parece muy buen plan para poner películas y comer palomitas durante horas, hasta quedarse dormidos en el comedor. Han bajado colchones y han montado una especie de campamento de verano, pero Margo sigue nerviosa e incómoda. Mientras hablan y comentan las películas que van poniendo, todas para una edad medianamente aceptable para Grace, Margo sigue dándole vueltas a la idea de que Steve se ha ido y que ni siquiera sabe dónde está.

- Un momento, voy al baño.

- ¿La pausamos? -pregunta Grace.

- No, no. Tranquila. Ahora que contáis que ha pasado.

Sube las escaleras hasta el baño de la habitación y se lava la cara a conciencia con agua fría, pasándose ambas manos por el cuello y haciendo pis después. La luz de la luna entra por las ventanas de la casa, grande y espectacular, y Margo no puede evitar asomarse para contemplarla. Es entonces cuando la ve, una sombra rondando por el patio delantero hacia la puerta principal. Margo se pone en alerta en seguida, es su instinto de policía y de madre, queriendo proteger a los que tiene cerca. No identifica quien es, porque es demasiado grande para ser un animal, así que busca rápidamente la pistola que Steve guarda para emergencias en una caja de zapatos en el armario y baja corriendo las escaleras pidiendo silencio.

- ¿Qué pasa? -pregunta Grace muy asustada cuando la ve con la pistola.

Jerry también se pone en alerta, levantándose de golpe. Margo los hace callar y espera, paciente y decidida, a que alguien abra la puerta para pillarlos por sorpresa. No va a pasar, porque ella va por delante. Por que, de milagro, se ha asomado a la ventana y la ha visto venir. A la sombra. A la misma que ahora toquetea la puerta para abrirla y encender la luz.

- Alto o disparo -dice Margo muy seria, delante de Jerry y Grace para protegerlos.

La persona, una mujer rubia y delgada, levanta los brazos para ponerlos sobre la cabeza, y se da la vuelta con lentitud sin moverse un solo paso hacia ningún lado. La ha pillado, no tiene escapatoria por qué Margo va con ventaja. Ha ganado.

- Tranquila, ¿vale? Solo he venido porque...

- Margo -interrumpe Jerry- Margo, baja el arma.

- ¿Por qué?

- Por que es la madre de Steve.

La mujer sonríe de medio lado, encogiéndose de hombros como si quisiese disculparse, mientras Margo frunce mucho el ceño y mira un momento hacia atrás, donde se encuentra Jerry, para pedirle explicaciones con los ojos. No entiende nada.

- Hola, cariño -la mujer mira de arriba abajo, fijándose indiscutiblemente en su tripa- Creo que voy a ser la abuela de esas criaturas.

Misión: Infiltración.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora