Diecisiete

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La tensión podría cortarse con cuchillo entre esas cuatro paredes. Todos están muy nerviosos para pensar con claridad.

- Voy a hacerlo. Pagaré lo que haga falta.

Danny mira al chico. Alto, rubio, corpulento. Y joven. De la misma edad que Margo, puede que un año más.

- No hará falta. – sentencia Steve – No llegará a poder usar el dinero.

- ¿Y qué vas a hacer? ¿Encontrarla antes de que se de cuenta de que no tienes el dinero y de que la mate? No pienso arriesgarme.

- Tu no tienes ni voz ni voto aquí. Ni siquiera deberías haber venido.

Los integrantes del cinco-cero intentan calmar los ánimos y se colocan entre ambos para que dejen de pelearse. No es momento de discusiones para ver quién de los dos puede más. Margo está en peligro y deben encontrarla antes de que sea demasiado tarde.

- He sido yo, Steve. – explica Kono – Nos servirá de ayuda con el tema del rescate.

- Tendremos que hacer todo lo que quiere para encontrarle. Si no, nunca saldrá de su escondrijo y no podremos encontrar a Margo.

- Sangre fría y pensar en el objetivo.

Steve los escucha con determinación, los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza calculando todas las posibilidades del plan. Si los prófugos no han salido en ninguna de las cámaras de los sitios próximos al bosque que rodea la prisión deben seguir dentro. Es imposible que hayan pasado sin ser vistos... Y si los agentes no los han encontrado es porque no han buscado en las zonas correctas.

- Quiero un plano detallado de las hectáreas que rodean la prisión. Cualquier cosa que haya habido o quede en pie me interesa. – explica contundente – Casas derruidas, pozos... Lo que sea.

- Perfecto. – contesta Jerry – Me pongo a ello.

El teléfono suena y Chin sale corriendo para cogerlo. Low acompaña a Jerry para ayudarlo en lo que haga falta y el resto se pone manos a la obra con cualquier actividad relevante con el caso de Margo y otros que tengan en esos días. Desapariciones, asesinatos... Parece que sus vidas se resumen a eso.

- Vamos a encontrarla, ¿verdad? No va a pasarle nada.

Kono y Danno miran al chico de golpe. Se le nota en la cara lo nervioso que está y no pueden culparle. Ellos también tienen miedo, Margo es muy importante para todos, pero están entrenados para que no se note durante la misión. Son muchos años teniendo que mitigar los nervios para pensar con frialdad.

- Todo va a salir bien, Stefan. Margo es una chica fuerte e inteligente.

- Es que ha sufrido tanto, joder... ¿Por qué no pueden dejarla en paz? – pregunta con rabia - ¿No hay nadie más a quien joderle la vida en este mundo?

Mcgarrett lo mira des de su posición, la misma de antes, frente a la pantalla táctil del centro de la sala. No es el único que piensa eso de Margo. La vida no ha hecho más que ponerle la pierna una y otra vez para que caiga. Es increíble que siga teniendo fuerzas para seguir adelante. Ella es increíble.

- Ven, Stefan. Te prepararé un té para que te relajes.

Kono se lo lleva por el pasillo hasta una salita más íntima y relajada, silenciosa, para que puedan relajarse un poco. Hace un momento estaba de vacaciones con su familia y ahora tiene que ayudar al cinco-cero en una misión para rescatar a la chica de la que está enamorado.

Danno y Mcgarrett se quedan solos.

- ¿Cómo estás? – el rubio es el primero que habla.

- Voy a matar a ese cabrón. – es lo único que dice – Lo juro.

- Deberías calmarte, así no vas a poder ayudar a Margo.

Steve mira a su amigo de repente, con mala cara y los brazos aún cruzados sobre el pecho. Esto empieza a sobrepasarle. Necesita encontrarla... ¡Joder! ¿Cuántas veces la han secuestrado, torturado y echo sufrir? Solo tiene diecinueve años y ya ha tenido que pasar por más barbaridades que él en sus casi treinta y siete años.

- Es todo culpa mía.


2 horas más tarde...

Katherine ha llegado hace un rato y observa con detenimiento los planos que han conseguido. Tiene todos los puntos de posibles edificios o escondites apuntados en rojo. Y son unos cuantos.

- Vale, escuchadme. – dice Danny – Tenemos que pensar por donde han rastreado ya y que deben haberse saltado.

- La policía ha investigado toda esta zona.

Chin señala una zona del mapa y luego otra un poco más arriba, por la que parecen estar ahora. Aún queda mucho bosque por cubrir, y des del helicóptero no puede verse nada por la cantidad de árboles, enredaderas y vegetación en general.

El cinco-cero habla sin parar, repasando con los dedos los posibles caminos por los que los hombres de Patrick y este mismo puedan haber escapado. Parece haber tantas posibilidades... Cerca de la prisión no han podido quedarse, hay muchísimo ajetreo y serían fáciles de localizar. Cerca de la carretera y la ciudad tampoco, alguien podría verlos y denunciarlos a la policía. Sus fotos han salido en todos los informativos.

Steve es el único que no dice nada, y lucha contra las ganas de darse la vuelta y mirar a Stefan. Sabe que no le quita ojo des de fuera, sentado en el pasillo, esperando cualquier cosa. ¿Será para ella lo que fue él antes de marcharse? Refugio... Amor... ¿Le habrá podido dar todo lo que él le arrebató al irse? Mira con determinación el mapa y olvida todo lo demás. Si ella falta no quedará nada.

- Ya sé donde está.

Todo el grupo enmudece. Llevan más de diez minutos intentando encontrar alguna pista.

- ¿Steve? – pregunta Low para que prosiga. – Te escuchamos.

- Tiene que estar aquí. – señala un punto en medio del bosque – Estoy seguro.

A unos cincuenta metros hay un terraplén bastante descubierto donde, si Patrick quisiera, podrían traerle un helicóptero, una forma de escapar con el dinero y el pasaporte falso.

- Llamad a Stefan. – sentencia, muy serio – Vamos a ceder a lo que ese cabrón nos ha pedido.

- ¿Estás seguro?

Danny le mira un momento y Steve le devuelve el gesto con una sonrisa.

- Claro. Tengo un plan.

Misión: Infiltración.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora