Revenge [Levi Ackerman]

Capítulo 8

La última semana ha sido especialmente dura. He intentado impresionar al capitán Levi, sin éxito claro, y además no he tenido tiempo casi de dormir por culpa de los largos y duros entrenamientos. Hoy se cumplen 8 días desde que el comandante nos dio el aviso de nuestra partida al exterior de los muros, y hasta dentro de 6 días no se realizará la misión.

Ahora me encuentro junto a Lara Samuels, quien se ha vuelto una buena compañera de entrenamiento durante estos últimos días.

- Como sabéis dentro de 6 días se llevará a cabo nuestra misión de recuperación a una base en el exterior de los muros. Para ello, aparte de un buen manejo en el equipo de maniobras y confianza en vuestros compañeros de escuadrón necesitaréis un caballo. Id a los establos y escoged a uno cualquiera, ponedle nombre, ensilladlo y justo a las 10 en punto os quiero aquí mismo para iniciar nuestra ruta de entrenamiento con vuestras monturas. ¿Entendido? - La voz del capitán Levi nos habla firme desde su posición delante de nosotros. Mis compañeros y yo nos llevamos el puño al corazón y hacemos sonar un unísono "¡Sí!" que complace al capitán, ya que este asiente.

Los reclutas novatos empezamos a caminar hacia los establos, manteniendo pequeñas conversaciones entre nosotros. Algunos hablan de trivialidades, otros hablan del pánico que les da salir al exterior y otros, como yo, simplemente nos mantenemos en silencio.

Una vez llegamos a los establos, que están algo alejados del lugar de entrenamiento, cada uno se dirige a un caballo diferente. Lara se separa de mi lado en cuanto entramos, solo para dirigirse hasta un caballo blanco que movía su cabeza enérgicamente hacia arriba y abajo.

Definitivamente, tiene la misma aura que Lara.

Miro a mi alrededor sin encontrar ningún caballo que me llame la atención de forma especial. Todos mis compañeros empiezan a escoger los suyos, llevándoselos de los establos para ensillarlos y dirigirse al lugar de reunión con el capitán.

Escucho un caballo relinchar y al girarme hacia el sonido veo como uno de mis compañeros, Tate, intenta colocar las riendas a un caballo de color negro que levanta sus patas delanteras de forma rabiosa.

Ese caballo no te quiere Tate, no tienes suficiente alma para domarlo.

Me acerco hacia mi compañero, con la intención de ayudarlo, pero cuando llego a su lado este solo me suelta:

- Buena suerte Ram, este caballo está loco. Es imposible. - Y sin más se va, dejándome a solas con el caballo.

De cerca el animal impone muchísimo más que desde donde me encontraba antes. Es algo más alto que los demás caballos del establo, su pelaje es totalmente negro, al igual que sus ojos. Su crin y su cola son también de color azabache, pero su pelo es rizado. Es precioso, a la par que impotente.

Con tranquilidad me acerco al animal, con la mano ligeramente extendida, indicándole que quiero acariciarle la cabeza.

- Hola bonito, soy Alisha, no voy a hacerte daño. Ven, acércate - Digo en un susurro mientras empiezo a acercarme al caballo. Este parece entenderme y, para mi sorpresa, acerca su cabeza a mi mano y deja que le acaricie. No puedo evitar sonreír al notar como el caballo está a gusto con el contacto que le ofrezco, y con cuidado de no asustarlo ni lastimarlo le pongo las riendas. - ¿Te parece si vamos a ensillarte? - Vuelvo a hablar al caballo, ahora en un tono de voz normal, haciendo que una voz a mis espaldas interrumpa el momento que estaba teniendo con el animal.

- No te entiende Ram, pareces estúpida hablando con un caballo. - La voz del capitán Levi hace que me recorra un escalofrío desde mi médula espinal hasta la punta de mis dedos. Me quedo completamente petrificada, y necesito de unos segundos para poder reaccionar.

- Los animales nos entienden mejor de lo que se cree Capitán - Respondo mientras acaricio la melena rizada de mi caballo. No me atrevo a mirar directamente a los ojos a mi superior, pero por el rabillo del ojo intuyo que mi respuesta le causa gracia porque creo vislumbrar un atisbo de media sonrisa en su rostro.

- Si no te das prisa no llegarás a la hora acordada recluta - Dice en tono de reprimenda. Rápidamente me inclino pidiendo disculpas y me marcho a paso veloz a ensillar mi caballo.

Este tío me da jodidos escalofríos.

***

- Y, ¿Cómo se llama tu caballo? - Me pregunta Dante mientras se lleva una rebanada de pan a la boca. Me encojo de hombros en respuesta y le digo:

- Aún no tiene nombre.

- Deberías ponerle uno, todos los buenos caballos lo tienen - Dice Lara quien se ha sentado junto a nosotros hoy para la cena.

Asiento con la cabeza y me concentro en mi plato de sopa. Ambos tienen razón, debería buscarle un nombre a mi caballo, pero la verdad, no se me ocurre ninguno.

El resto de la cena pasa tranquila. Dante y Lara charlan y se conocen algo mejor, y creo que hacen buenas migas pese a la actitud reservada que tiene mi amigo hacia las personas nuevas.

En ese aspecto, y solo en ese aspecto. Dante se parece al capitán Levi.

- Recluta Ram - Escucho la voz de una mujer que me saca de mis pensamientos. Me giro y me encuentro a la capitana Hange.

- ¿Sí capitana? - Le digo mostrando el mayor de los respetos. La anteriormente nombrada se acerca, me inspecciona la cara y me pregunta

- ¿Se encuentra mejor?

- Sí, no se preocupe capitana. Me encuentro en perfectas condiciones.

- Menos mal, temía que el entrenamiento hubiese reabierto la herida de la cabeza - Instintivamente me llevo la mano a la cabeza, notando los puntos que la capitana había tenido que darme debido a que aterricé encima de una piedra que me abrió una pequeña brecha. - Si ese es el caso, me alegro recluta. Váyase a la cama y descanse, que en poco tiempo marcharemos de exploración ¿No es emocionante? - Su mirada adquiere un brillo especial cuando habla de salir a exterior de los muros. La capitana Hange Zoë es una persona extraña y extravagante, y eso salta a la vista.

Asiento con la cabeza haciendo que la capitana quede satisfecha. Me hace un ademán con la mano, indicándome que ya puedo marcharme, y sin más doy media vuelta y camino hacia mi habitación.