Sin duda lo que peor llevo de servir en el Cuerpo de Exploración como soldado de élite son las escasas horas de sueño. Todo lo demás no me importa: entrenamientos de alta intensidad, pesadas tareas de mantenimiento y limpieza, la escasa comida que el gobierno central nos envía... Todo eso lo sobrellevo de buen grado, pues tampoco me supone un gran problema pues, al fin y al cabo, he vivido en condiciones duras desde hace mucho tiempo. Pero lo que no tolero es no poder descansar. Y eso me pone de muy mal humor.
Aunque para mi suerte -y la de mis compañeros- esta noche he podido dormir más de 4 horas seguidas, por lo que me encuentro fresca como una rosa. En parte eso es gracias a Dante, quien se ha compadecido de mí y me ha dejado dormir más de la cuenta después de que ayer por la noche me encargase de las tareas más pesadas durante el traslado del cuartel general al nuevo escondite.
—Buenos días, chicos. —Saludo con una sonrisa cuando llego al comedor de la pequeña casa de campo que usamos como refugio durante esta misión.
—Buenas tardes. —Me corrige Eren devolviéndome la sonrisa y cortando una patata de mientras.
—Buenas tardes. —Me saluda también Historia, quien se encuentra junto al ojiverde preparando las verduras para la cena. La noto algo más seria de lo habitual pero prefiero no comentar nada, pues hace unos días tuve una charla con ella en la que me contó algunas de sus preocupaciones. Entiendo que esté afectada pues, al fin y al cabo, la chica de la que está enamorada la ha abandonado.
—Ya era hora dormilona, nosotros hace horas que estamos despiertos. —El chirrido de las bisagras de la puerta principal hace que dirija mi mirada hasta David, quien carga unos cuantos troncos de madera entre sus brazos.
Después de dejarlos en el suelo, cerca de la chimenea, el castaño se dirige a mí y con una sonrisa me abraza por encima de los hombros.
«Hacía semanas que no me abrazaba así. Lo echaba de menos.»
—¿En qué puedo ayudar? —Pregunto con una sonrisa y Dante, quien aparece de la nada, me responde en un tono de voz tranquilo.
—Ayuda a Jean con la vigilancia. El chico está solo y juro por Dios que parece que se va a dormir en cualquier momento.
—Está bien, voy para allá. —Digo agarrando una manzana y empezando a caminar hacia la salida —. Nos vemos luego.
En cuanto pongo un pie fuera de la casa los cálidos rayos de sol me acarician la cara, provocando que entrecierre los ojos. Instintivamente sonrío mientras camino, pues la hierba alta me hace cosquillas aún por encima del pantalón.
—¡Buenas tardes, Jean! —Saludo feliz al castaño quien se encuentra subido a un árbol y con unos prismáticos entre sus manos.
—Buenas tardes, Alisha. —Me devuelve el saludo sin tan siquiera mirarme.
Aún sin borrar la sonrisa de mi rostro trepo por un árbol cercano hasta quedar a la altura de Jean, provocando que se sorprenda al percatarse de la rapidez con la que me he movido.
ESTÁS LEYENDO
Revenge [Levi Ackerman]
Fanfic¡¡Esta historia está pendiente de corrección!! 𝐕𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚 - Daño o agravio infligido a alguien como respuesta o satisfacción a otro recibido "Con el corazón acelerado clavé mis espadas una y otra vez. Una tras otra. Una tras otra. Mis manos se...