Capítulo 51

1.1K 97 12
                                    


Han pasado unos días desde que Levi me pidió ser su novia y, la verdad, no puedo estar más contenta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Han pasado unos días desde que Levi me pidió ser su novia y, la verdad, no puedo estar más contenta. Son momentos difíciles, pues ambos tenemos muchísimo trabajo organizando a los soldados y llevando a cabo tareas de mantenimiento y dirigiendo entrenamientos, pero aun así los escasos momentos que pasamos juntos me parecen mágicos.

La reacción que tuvieron mis amigos al enterarse sobre mi relación con Levi fue, en general, buena. Lorena, quien fue la primera en enterarse, dejó ir un grito tan fuerte y agudo que todos los soldados de la 104 que se encontraban entrenando cerca de nosotras se giraron alarmados pensando que estábamos en peligro. Parecida fue la reacción de Dante, quien no chilló, pero no pudo ocultar lo feliz que le hacía que por fin hubiese encontrado a alguien que me quisiera de una manera romántica. "Ahora por fin vas a entender todos los poemas de amor" me dijo.

En cambio la reacción de David me resultó algo extraña. Como era de esperar mi amigo me dijo que se alegraba muchísimo por mí y que esperaba que fuese muy feliz junto a Levi, pero algo dentro de mí me gritaba que el castaño no me dijo todo lo que pensaba.

Aunque, ahora que lo pienso, nada ha vuelto a ser lo mismo con él desde que fui rescatada de las garras de Reiner y Bertholdt. Tanto David como yo hemos tratado de continuar con nuestra amistad con la misma naturalidad de siempre pero siento que todo lo que hacemos y decimos es demasiado artificial. Es como si, después de más de cinco años de amistad, un gran muro se hubiese construido entre nosotros. Y, la verdad, me duele pensar que me estoy distanciando de él pese a que tratemos de guardar las apariencias delante de los demás.

Y lo peor es que aún no sé el porqué de este cambio tan repentino.

Pero ahora mismo no tengo tiempo de perderme en mis pensamientos, pues justo delante de mis ojos se está llevando a cabo uno de los entrenamientos de Eren para conseguir que utilice su endurecimiento de titán. Me encuentro al lado de Dante, ayudando al azabache en la dirección del experimento. Lorena y David, en cambio, están al lado de Mikasa, montados en sus caballos, a la espera de entrar en escena si el ojiverde pierde el control de su titán.

—¿Qué le pasa al mocoso? —Escucho como Levi hace una pregunta al aire mientras observa detenidamente la forma extraña y enclenque en la que Eren se ha transformado. Su titán es completamente deforme, mucho más pequeño de lo normal y, además, la mitad de su cuerpo humano se encuentra fuera de la nuca.

—Estará cansado, llevamos todo el día haciendo pruebas. —Respondo en un suspiro mientras llevo una de mis manos hasta mi entrecejo y aprieto el puente de mi nariz. Estoy cansada, tengo la vista algo nublada y empiezo a sentir fatiga por el sueño.

—Jaeger no se va a levantar. —Sentencia finalmente Dante, haciendo un gesto con su brazo a los demás soldados, indicando que el experimento ha concluido. A unos metros de mí escucho a la capitana Hange protestar por la orden de mi amigo, pero inmediatamente interviene cuando se percata de que Eren no puede salir de su titán.

Revenge [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora