Revenge [Levi Ackerman]

Capítulo 65

Con cuidado bajo las escaleras de la iglesia hasta una especie de sótano pequeño alumbrado únicamente por las luces que llevan mis compañeros.

— ¿Es aquí? —Pregunto una vez mis pies tocan el suelo.

Con sigilo Lorena se acerca hasta una puerta y la abre un poco, lo justo para poder ver lo que hay al otro lado. De inmediato abre su boca sorprendida, cierra la puerta y me mira.

—¿Y bien? —Pregunta Dante y ella asiente.

—Sí, definitivamente es aquí.

—Empezaremos nuestra operación de inmediato. —Avisa Levi y todos asentimos —. Centraos en defender vuestras posiciones. Si nos coordinamos la misión saldrá bien.

—Sasha, tú serás la encargada de encender los explosivos. Armin, durante toda la pelea tú lanzarás las bengalas de humo. —Empieza a explicar Dante, señalando con la punta del dedo a todos los que menciona —. Lorena, David, Alisha, Levi y yo atacaremos. Hange, Moblit, Mikasa, Connie y Jean entraréis en batalla más tarde, cuando no haya apenas visión.

—Entendido. —Asienten todos los nombrados, a excepción de mi escuadrón, Hange y Levi.

—Id con cuidado. —Advierte Hange con voz queda mientras se coloca correctamente sus gafas —. Esto no va a ser fácil.

—David, Jean, vosotros tiraréis los barriles. —Ordena Levi y ambos castaños asienten, empezando a trasladar los explosivos cargándolos a sus espaldas —. Ayúdalos, Dante.

Los tres empiezan a trabajar de inmediato y yo me acerco a Armin, quien parece mucho más nervioso que los demás. De alguna forma me siento en la obligación de reconfortarlo, o al menos distraerlo.

—¿Qué llevan? —Pregunto mientras señalo los barriles que David carga hasta el otro lado de la puerta.

—Aceite y pólvora, principalmente. Deberían provocar una explosión fuerte con mucho humo. —Explica el rubio mientras juguetea con sus dedos en un gesto nervioso.

—Todo va a salir bien, Armin. —Le digo mientras le acaricio brevemente el hombro, provocando que se tense y sus mejillas se enrojezcan.

—Sí-sí... Seguro que sí.

—¿Algo más que debamos saber, Arlert? —Pregunta Levi desde el otro lado del sótano. Me sorprendo al verlo a la defensiva, pues aunque aparentemente parece estar tranquilo apoyado en la pared, el gesto de su cara y sus brazos tensos me revelan su descontento.

—He estado investigando y pensando mucho... y creo que los equipos de maniobras que utilizan tienen un talón de Aquiles. —Empieza a explicar el chico a mi lado, jugueteando levemente con sus manos entrelazadas —. El cable de la dirección y el cañón del arma están conectados, por lo que no pueden disparar a sus espaldas. Si les atacamos por ahí no tendrán forma de defenderse.