A lo largo de mi vida he escuchado muchas veces a personas hablar de cosas que no entiendo. Cuando era pequeña adoraba sentarme junto a mis abuelos y mi madre mientras ellos charlaban, aunque no me enterase de nada, puesto que hablaban de dinero y política. Cuando fui un poco más mayor no entendía algunos de los insultos que los comerciantes me lanzaban al descubrirme robando en sus paradas y, ahora, a veces no entiendo las poesías enrevesadas que Dante me lee.
Y, aunque pueda resultar extraño, esto también me pasó con Camila. Cuando tenía 14 años la acompañé al médico debido a unas fiebres que tuvo la noche anterior y, de camino a casa, pronunció unas palabras que en ese momento no acabé de entender:
"¿Sabes? No estaré segura en ningún lado nunca, y soy consciente de ello. Pero junto a ti siento que puedo ser feliz. Alisha, haces que me sienta en paz, aunque en este mundo la 'paz' no es más que una simple quimera"
En ese momento no le di importancia y me limité a sentirme plenamente feliz por sus palabras. Recuerdo que le cogí la mano nerviosa y le deposité un beso en el dorso en señal de gratitud por su confianza. Ella no dijo nada más en todo el camino y solo se limitó a mirarme con esa ternura que le caracterizaba.
Pero, después de tantos años, por fin entiendo sus palabras. Y, si soy sincera, odio haber tomado consciencia de esta verdad dura y cruel. La paz no existe en este mundo, y si lo hace, es tan frágil como una taza de porcelana fina.
— ¿¡Estás insinuando que el capitán Levi no confía en nosotros!? —La voz aguda de Petra cuando chilla me penetra la cabeza de una forma casi insoportable.
A excepción de Erd todos los del escuadrón se han tirado a la yugular de Eren por mencionar que el capitán no ha querido decirnos el verdadero propósito de la misión. Todo parecía estar bien hasta el comentario del ojiverde, que ha desatado una pequeña guerra interna entre nosotros.
Decido no intervenir hasta que no me interpelan directamente. Estoy tan cansada por el estrés sufrido que he tenido que sentarme en una de las ramas del árbol para intentar recomponerme.
— ¿Y tú qué dices Alisha? Habla de una vez, llevas todo el día callada. Deja de mirarnos con superioridad y responde — Cuando Auruo pierde los papeles es totalmente insoportable.
— Yo no miro por encima del hombro a nadie Auruo, maldición solo me duele la cabeza. Callaos de una jodida vez. — Estoy irritada por la acusación de mi compañero y, aun así, trato de utilizar un tono suave para no ofender a nadie. Pero, como de costumbre, no sirve de nada.
— Sigues sin responder. ¿Estás de acuerdo con Eren o no? — Petra está nerviosa y tampoco se está controlando. Levanto mi cabeza para observar al nombrado, que me mira con algo de miedo, y resoplo antes de contestar.
— ¿Sinceramente? Sí, creo que el capitán no nos ha contado el verdadero plan porque no confía en nosotros. Pero debe de haber una razón de peso para ello. Ese titán que nos ha perseguido era inteligente ¿no? — Ante mi pregunta se quedan callados, por lo que cuando pasan dos segundos de silencio decido continuar mi monólogo aunque no haya obtenido respuesta — Al igual que Eren, es posible que haya más personas que puedan transformarse en titanes. Cuando este chico de aquí — señalo al ojiverde— se convierte en titán y es consciente de ello es un titán inteligente, al igual que el de antes. Podría ser que, debido a una hipótesis parecida, hayan decidido mantener el plan en secreto. No seáis tan alarmistas y, por una vez en vuestra vida, guardad silencio y dejadme descansar. Siento que mi cabeza va a estallar.
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Revenge [Levi Ackerman]
Fanfic¡¡Esta historia está pendiente de corrección!! 𝐕𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚 - Daño o agravio infligido a alguien como respuesta o satisfacción a otro recibido "Con el corazón acelerado clavé mis espadas una y otra vez. Una tras otra. Una tras otra. Mis manos se...