Capítulo 67

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Siento una opresión horrible en el pecho que me impide respirar con normalidad

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Siento una opresión horrible en el pecho que me impide respirar con normalidad. Por mucho que lo intento no puedo abrir bien mis ojos, pues el aire y una luz cegadora me lo impiden. Todo está sucediendo demasiado rápido y no puedo pensar ni hacer nada.

Dentro de mí se arremolinan cientos de emociones que se manifiestan con ferocidad. Muchas son contradictorias entre sí, por lo que me encuentro en una batalla constante entre echarme a reír o a llorar por la impotencia. No sé cómo debería sentirme ni sé que debería hacer.

Lo único que sé es que todo esto es culpa mía.

«Debería haberlo matado cuando he tenido la oportunidad.»

¿Qué debería hacer? ¿Debería huir? ¿Ayudar a Historia? ¿Abalanzarme sobre Rod y acabar con su vida, aunque eso suponga morir calcinada por el vapor de su titán?

—Joder... —Maldigo en voz baja mientras poso una de mis manos en mi frente, tratando de tapar la luz cegadora que desprende el titán.

Poco a poco consigo que mi vista se acostumbre a la claridad, por lo que puedo ver, parcialmente, todo lo que está sucediendo. En seguida busco a Historia con mi mirada y me la encuentro abrazada con fuerza al cuerpo de Eren, quien se mantiene preso en el altar a la merced del titán.

La onda expansiva de la transformación es tal que ambos son empujados fuertemente hacia atrás por el viento, que provoca que Historia se resbale un par de veces en su intento de no salir volando.

«No puedo dejarla sola.»

Aún algo aturdida por el dolor de espalda noto perfectamente como el suelo retumba. Asustada levanto la cabeza y mientras observo a mi alrededor noto como pequeñas grietas empiezan a formarse en las paredes y en el techo.

«Si no salimos de aquí rápido nos van a enterrar vivos.»

Pese al dolor de mi cuerpo y a la resistencia de la onda expansiva consigo ponerme de pie y corro hasta ambos chicos, quienes me observan asustados cuando llego.

—¡Historia! —Grito algo adolorida mientras me agacho hasta su altura, intentando ayudarla con los grilletes.

Mientras más intento ignorar el hecho de que la cueva se está cayendo a pedazos a nuestro alrededor más me tiemblan las manos. Soy incapaz de mantener la cabeza fría y mis emociones me están ganando la batalla. Me siento a punto de estallar.

Y, la verdad, el llanto desesperado de Eren no me ayuda.

—¡Dejadme aquí! ¡Dejad que Rod me devore! Solo así la humanidad podrá salvarse. —Entre sollozos y gritos de desesperación el ojiverde llora sin parar provocando que mi paciencia mengue a un ritmo alarmante.

—Cállate. —Le ordeno furiosa mientras intento encajar una de las llaves en la esposa de su pie.

—¡Huid! ¡Dejadme aquí! ¡Por favor iros de aquí!

Revenge [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora