Capítulo 29

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— No me lo puedo creer — Musita Lorena algo contrariada por los chillidos de la capitana.

Enfrente de nosotros la pobre Hange llora desconsolada por la muerte de sus dos sujetos de pruebas. Eran dos titanes: Bean y Sawney.

— Lo suyo es una obsesión enfermiza — Comenta David por lo bajo, haciendo que solo mis amigos y yo le escuchemos.

— Ni que lo digas — Dante corrobora el comentario del castaño y los cuatro volvemos a observar la situación que tenemos delante de nosotros.

Los cadáveres de los titanes, que casi han desaparecido, desprenden un vapor que hace que suba la temperatura del lugar varios grados pese a estar al aire libre. Hange llora arrodillada mientras a su alrededor hay un grupo de soldados que murmuran.

— Esto ha sido obra de un soldado — Afirmo, ganándome la mirada de mis amigos y de Erd Gin. El rubio asiente dándome la razón.

— Pues estamos apañados si tenemos que averiguar quién cojones ha sido. ¿Has visto la cantidad de soldados que merodean por aquí? Literalmente ha podido ser cualquiera, incluso alguien de la 104. — David habla con un claro tono de disgusto y rabia. Lo entiendo perfectamente. Hemos perdido a unos conejillos de Indias muy valiosos, y literalmente no tenemos ni la más mínima pista sobre quién ha podido acabar con ellos.

Nos quedamos un par minutos más en el lugar. Algo aburrida de la escena miro a mi alrededor para analizar a los presentes y veo como Eren parece preguntarle algo al capitán. Sé que Levi le responde, pero no sé el qué. Segundos más tarde el comandante se acerca, agarrando los hombros del ojiverde, provocando que este se tense.

— Nos vamos, esto ya es asunto de la Policía Militar — La voz de Levi se alza levemente para que lo escuchemos. Da la orden de retirarnos y yo debo obedecer.

— Capitán ¿Podemos mi escuadrón y yo quedarnos un poco más? Llegaremos al cuartel antes del anochecer — Cuando Levi pasa por al lado de Dante este le interrumpe, provocando que el capitán se quede quieto a su lado. Los dos azabaches se miran fijamente guardando silencio. No puedo evitar pensar en lo graciosa que es su diferencia de altura.

«Maldito Dante, tienes 20 años, para de crecer ya.»

— Podéis — Levi da su consentimiento y vuelve a caminar con todo su escuadrón a sus espaldas. Me giro para comentarle a Lorena cómo podríamos investigar el lugar pero la voz del capitán me corta antes de siquiera empezar a hablar — Ram, no perteneces a su escuadrón. Te vuelves al cuartel. Andando. — Es frío como el hielo y sé que no hay caso en discutir su orden. Miro con algo de pena a mi amiga y empiezo a caminar.

— Nos vemos luego — Me despido con una mano, dejando atrás a mis amigos.

***

— Buenos días, chicos — Saludo a mis compañeros, que están sentados en el umbral de la puerta disfrutando de su desayuno.

— Buenos días — Me saludan de vuelta Erd y Gunther, quienes son los únicos que me han escuchado. El pelinegro se hace a un lado en la escalera y aprovecho para sentarme a su lado.

Nos quedamos en silencio varios minutos disfrutando de la brisa de la mañana. Los chicos no hablan, solo observan como Eren alimenta a los caballos. Yo por mi parte me dedico a beber mi té tranquila.

— Buenos días Alisha — Eren me saluda sonriente y yo le imito.

Al principio creí que cuidar de él sería un fastidio, pero la verdad es que me cae realmente bien pese a ser algo inmaduro.

Revenge [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora