Capítulo 19

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No me lo puedo creer

Desde nuestra posición podemos ver la totalidad de la ciudad. Casas derruidas, trozos de piedra que han destrozado las calles, cadáveres por todas partes... Incluso podemos ver el agujero gigantesco abierto en la muralla, agujero situado en el mismo sitio por el cual nosotros habíamos entrado unas horas antes.

Si tan solo hubiésemos llegado más tarde...

No me permito seguir pensando. Con decisión agarro las riendas de mi caballo y marcho en seguida que el capitán da permiso para que avancemos. El pueblo de Shiganshina depende de nosotros, no podemos fallar.

No tardo en llegar a las calles del distrito. Con cuidado y rapidez observo alrededor por si hay civiles que necesiten mi ayuda. Sé que en teoría es el cuerpo de guarnición el que se está encargando de eso, pero no puedo evitar distraer mi mirada en cada rincón para asegurarme de que no quede nadie.

A lo lejos veo a un titán de no más de 4 metros. Siendo lo más veloz posible hago uso de mi equipo de maniobras y alzo el vuelo, yendo a por la nuca de ese monstruo. No se me hace complicado eliminarlo, ni a él ni a los 3 siguientes.

Puede que tengamos una oportunidad

Me dirijo hacia el tejado de un campanario para poder observar el terreno. La vista que obtengo desde esta altura es demoledora. Puedo observar como hay titanes por todas partes, que devoran a soldados y civiles por igual. También soy capaz de divisar a los barcos de rescate, que montan a la gente apelotonada en el puerto para llevarlos hacia el distrito de Trost.

Todo es una tragedia. Por más que mis compañeros acaben con los titanes más y más entran por el hueco de la muralla. No hay esperanza para Shiganshina. Solo nos queda salvar a los civiles y no morir en el intento.

- ¡AYUDA! - La voz de una niña me saca de mis pensamientos. Rápidamente giro mi cabeza hacia la dirección del sonido y puedo observar como un titán camina y se agacha. A los pocos segundos soy capaz de observar que tiene a una pequeña niña rubia en sus asquerosas manos.

Sin pensarlo dos veces corro hacia ellos para intentar salvar a la pequeña. Justo antes de que el titán se la coma paso por su espalda y le corto la nuca, haciendo que suelte a la niña de inmediato. Como puedo cojo a la pequeña en el vuelo para que no se haga daño en la caída, y me permito parar unos segundos para preguntarle cómo se encuentra.

- ¿Estás bien? - La observo. Tiene el pelo rubio como la ceniza y unos grandes orbes marrones que me miran con pánico.

- Vamos, te llevaré al puerto - Le ofrezco mi mano a la niña, quien me corresponde al gesto después de unos segundos. - Agárrate fuerte - Le digo en el oído cuando la he cogido y cargo con su pequeño cuerpo.

Las dos sobrevolamos las calles y corro por los tejados con ella a cuestas. Intento evitar al máximo número de titanes hasta que llego al lugar de rescate, pero me es inevitable cruzarme con un par a los que esquivo por los pelos.

Esta niña me va a costar la vida

Cuando por fin llego al puerto observo como comienzan a elevar el puente levadizo que permite el acceso al barco de rescate. Maldigo internamente y me dirijo hacia el soldado encargado de custodiar la puerta.

- Es una niña, por favor no la dejéis aquí - El soldado de la guarnición me mira con desidia

- El barco ya ha zarpado. Deberá esperar al próximo. - Su voz suena ronca y noto como está ligeramente ebrio por la forma en la que arrastra las palabras.

Serás hijo de puta

La rabia me consume las entrañas y no me contengo a la hora de propinarle una bofetada. El hombre me mira asombrado y levanta la mano para devolverme el golpe pero rápidamente lo paro y le devuelvo una patada.

Revenge [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora