La suave brisa de la mañana es cálida y me remueve el pelo con suavidad. Mis mejillas empapadas se sienten frías y noto los brazos y piernas entumecidos. Mis ojos, aún empañados en lágrimas, están irritados de tanto llorar y me duelen con cada parpadeo.
Mi mirada se ha quedado perdida en la ciudad. Veo y escucho como todos vitorean el nombre de Historia, quien se ha presentado como la legítima reina de las murallas. Los demás soldados la acompañan con grandes sonrisas, mientras que los compañeros que pasan cerca de mí simplemente no reparan en mi presencia.
Estoy sola, pero no me importa. Me siento dichosa, la presión de mi pecho por fin ha desaparecido. Me siento libre y completa, ya no queda nada del odio que me consumía las entrañas. Ya no siento culpa, ni enfado, solamente tengo espacio para la tranquilidad.
Una tranquilidad que me ha llevado muchos años y lágrimas conseguir y que, por fin, puedo decir que es mía.
—Alisha. —La voz suave de Levi me llama, por lo que salgo de mi trance. El pelinegro me observa preocupado a mi lado mientras yo no puedo dejar de llorar.
«¿Cuándo ha llegado a mi lado?»
—Por fin. —Susurro ensanchando mi sonrisa solo para romper en llanto pocos segundos después —. Por fin.
Levi no dice nada, solo me rodea con sus brazos y apoya mi cabeza en su pecho, permitiéndome escuchar los latidos de su corazón. Son latidos tranquilos y fuertes que me adormecen y me hacen sentir segura.
Justo en este momento, estrechada entre sus brazos, siento una paz inmensa.
—¿Cómo están los demás? —Pregunto después de algunos minutos de silencio, separándome un poco para poder mirarle a los ojos.
—Todos están bien, no ha habido bajas. No tienes que preocuparte por eso. —Me explica con voz calmada mientras seca mis lágrimas con su dedo pulgar —. Ahí abajo están ovacionando a esa mocosa como si fuera una diosa.
—Me alegro por ella, se merece que la traten como una reina después de todo lo que ha sufrido. —Contesto en el mismo tono mientras se me escapa una pequeña sonrisa, fruto del suave tacto del pelinegro.
De nuevo cierro los ojos y apoyo mi cabeza en su pecho, volviendo a disfrutar de su calor. Levi es cálido como un rayo de sol en invierno y sus brazos me abrazan con la misma delicadeza y cariño de una madre. Todo en él se siente como un hogar para mí.
—También hay gente hablando de ti. —Comenta después de unos minutos en los que no ha dejado de acariciarme el rostro —. Una soldado de la tropa 101 te ha llamado por ese estúpido apodo y ahora la gente no deja de comentar lo increíble que estuviste ayudando a acabar con el titán.
Sin poder evitarlo suelto una pequeña carcajada y me separo para observarle. Tiene el ceño levemente fruncido, por lo que enseguida adivino lo mucho que le molesta el tema.
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Revenge [Levi Ackerman]
Fanfiction¡¡Esta historia está pendiente de corrección!! 𝐕𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚 - Daño o agravio infligido a alguien como respuesta o satisfacción a otro recibido "Con el corazón acelerado clavé mis espadas una y otra vez. Una tras otra. Una tras otra. Mis manos se...