Las horas se me están pasando demasiado lentas. El reloj del comedor suena con su característico tic-tac que me pone de los nervios al ir tan sumamente despacio.
La impaciencia y los nervios están acabando conmigo. Dentro de unas horas llevaremos a cabo la misión más allá de los muros y yo estoy deseando empezar para poder liberarme de esta bola de nervios que me aprieta la garganta.
- ¡Ram! ¿Ansiosa de empezar? - Uno de los integrantes del escuadrón de operaciones especiales del capitán Levi me habla, pero hasta que no me giro para verle la cara no le reconozco. Quien me habla es Auruo Brossard.
- No sé si ansiosa es la palabra, pero tengo ganas de empezar solo para quitármelo de encima - Le respondo mientras recojo el libro que me encontraba leyendo con anterioridad.
- Si es por los titanes no tienes por qué preocuparte, estarás conmigo, no hay titán que se me resista - Auruo habla con un tono altivo que me pone algo nerviosa, pero decido seguirle el juego dándole media sonrisa y un asentimiento de cabeza. Él tan solo sonríe y se marcha por la puerta.
Me conviene tener amigos, no enemigos.
Si lo pienso, mi nerviosismo no proviene del hecho de salir más allá de los muros. Siento que salir al exterior no es mi problema, puesto que no es el hecho de encontrarme con un titán cara a cara lo que me acongoja.
Algo va a salir mal. Algo va a salir horrible y no sé por qué o el qué. Esto es frustrante.
Llevo mis manos a mi cara y apoyo los codos en la mesa. Con algo de fuerza friego mis ojos y luego paso mis dedos por mi sien, intentando realizar un masaje que me calme algo el nerviosismo y el horrible dolor de cabeza que estaba cogiendo por culpa de mis pensamientos.
- Es la hora Ram - La voz del capitán Levi me saca de mis pensamientos y alzo la mirada para encontrarme con la suya. Su rostro serio y sus ojos grises, fríos como el hielo, me miran expectante.
Rápidamente asiento y me levanto de la silla, para dirigirme hacia la puerta. Cuando llego a esta la abro y salgo al exterior, solo para ver como todos mis compañeros van de aquí para allá con sus caballos y sus equipos a cuestas, hablando unos con otros y riendo de forma exagerada.
Supongo que cada uno tiene su forma de afrontar los nervios.
- ¡Alisha! - La voz de Dante me llama la atención e instantáneamente me giro en su dirección - ¡Feliz Cumpleaños! - Me dice alegre mientras me da un abrazo. Algo sorprendida le correspondo al gesto y escondo mi cara en el hueco de su cuello. Dante me hace sentir segura.
Dentro de mí tenía la esperanza de que Dante no se acordara de mi cumpleaños. Nunca me ha gustado celebrarlos, no desde que perdí a mi madre al menos. Los años que estuve en la escuela militar jamás se lo dije a nadie que no fuese mi escuadrón, y por exactamente ese hecho esperaba que Dante no se acordara.
- ¿Es tu cumpleaños Alisha? - Pregunta sorprendida la voz de Lorena detrás de Dante, por lo que levanto la vista y asiento en respuesta. - ¿¡Y no me habías dicho nada!? ¡Eso no se hace! Podríamos haberlo celebrado esta mañana - Dice medio enfada mi compañera, a lo que yo le quito importancia con un movimiento de mano
- No hace falta, de verdad. En realidad no me gusta mi cumpleaños.
- ¿Entonces cumples 18 verdad novata? - Dice la voz de David detrás de mí, para posteriormente sentir su corpulento brazo alrededor de mis hombros. Esa forma de agarrarme se le había hecho ya costumbre, y la verdad es que no me desagrada.
- Sí, 18 años dentro de estas murallas de mierda - Le digo en broma mientras le doy un leve puñetazo en las costillas, que él recibe con una carcajada.
Los cuatro nos quedamos charlando unos minutos más hasta que la voz del comandante nos indica que debemos acercarnos a él para que nos asigne un escuadrón. Yo, aunque sé de sobras en que escuadrón voy, me acerco igualmente para escuchar dónde irán a parar mis amigos.
- Cuando os nombre iréis al lado del capitán que nombre jefe del escuadrón ¿Entendido soldados? - Dice con la voz firme y autoritaria que hace que se me ericen los pelos. Todos nos llevamos la mano al corazón para hacer el saludo militar y contestamos al unísono "¡Sí, señor!".
Los nombres empiezan a pasar. A algunos los conozco, pero a la mayoría no. Sé que Andrea está a cargo de la capitana Hange, cosa que me tranquiliza. También escucho que Jeremy ha caído en manos de un capitán reconocido por su capacidad de combate, por lo que también me tranquilizo.
- Lorena Sight, escuadrón 15A, capitán Erwin Smith - Veo como mi amiga se ilusiona ante el nombramiento de su capitán, y marcha contenta hacía Smith.
Qué te toque un buen capitán de escuadrón es clave para salir con vida. Normal que esté tan contenta.
- David Blackout, escuadrón 15A, capitán Erwin Smith - Mi compañero se sorprende ante su nombramiento, y marcha rápidamente hacia dónde se encuentran Lorena y Erwin.
- Dante Sullivert, escuadrón 15A, capitán Erwin Smith - Me quedo atónita, al igual que Dante, cuando lo nombran para unirse al escuadrón del capitán Smith. Le doy un pequeño empujón en su hombro para que se marche, pero antes de hacerlo me mira a los ojos y sonríe.
Sé que estará bien. Siempre que me da esa mirada es garantía de que todo estará bien con él.
Veo como todos mis amigos han ido a parar al mismo escuadrón, y no puedo evitar sentirme muy feliz ante eso. Sé que son los mejores, y están a cargo de uno de los mejores capitanes. Volverán con vida, sanos y salvos.
- Y por último, Alisha Ram, escuadrón de operaciones especiales, capitán Levi - Veo como la mayoría de mis compañeros me miran sorprendidos, y algunos con odio, mientras camino al que será mi escuadrón durante la misión. Intento ignorarlos llevando mi vista hacia mis amigos, a quienes veo haciéndome señas de apoyo y a Lorena haciendo un corazón con sus manos. Me río disimuladamente ante los gestos de la rubia y me coloco detrás del escuadrón de Levi.
- ¿Lista para triunfar? - Me comenta Auruo
- Siempre - Le respondo con seguridad, mirando al frente, observando como el sol empieza a salir de entre las montañas.
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Revenge [Levi Ackerman]
Hayran Kurgu¡¡Esta historia está pendiente de corrección!! 𝐕𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚 - Daño o agravio infligido a alguien como respuesta o satisfacción a otro recibido "Con el corazón acelerado clavé mis espadas una y otra vez. Una tras otra. Una tras otra. Mis manos se...