Capitulo 68: Cuarto año: Marzo

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Sábado 8 de Marzo de 1975

Considerando los eventos del trimestre de primavera, Remus no esperaba mucha celebración parasu decimoquinto cumpleaños. Por supuesto, los merodeadores estaban tan complacidos como siempre de demostrar que estaba equivocado.

Como de costumbre, todo fue planeado con extrema discreción, y Remus no se dio cuenta hasta el último momento. Era el sábado antes de su cumpleaños, y había estado descansando en su cama leyendo, con uno de los discos de Sirius sonando con un volumen bajo de fondo. A menudo tomaba prestado el tocadiscos y acampaba en su cama estos días; a Sirius nunca parecía importarle.

Eran sólo alrededor de las nueve en punto, pero estaba solo y estaba considerando la posibilidad de irse a dormir temprano. Justo cuando se había decidido a ponerse el pijama, Sirius irrumpió en la habitación con una sonrisa maliciosa en el rostro que solo podía significar una cosa: iba a ser una noche larga.

— ¡¿Listo?! — Dijo, saltando por el suelo, trayendo consigo el olor a humo de leña de la chimenea de la sala común.

—¿Para qué? — Remus preguntó con calma, marcando su página y dejando su libro a un lado.

— Para tu sorpresa de cumpleaños, obviamente — suspiró Sirius, como si Remus estuviera siendo muy lento. — Vamos, levántate, ponte los zapatos por favor, usa esas botas locas muggles que tienes, con los locos cordones.

— Er... ¿A dónde vamos?

— Afuera. — Sirius comenzó a buscar en su baúl. Sacó un par de jeans muggle y una camiseta negra lisa.

— Oh, ¿te refieres afuera, afuera? — Remus arqueó una ceja, mientras Sirius comenzaba a desvestirse.

— Sí, toma tu capa.

Sirius se veía bien con ropa muggle, pensó Remus para sí mismo. En realidad, la mayoría de la gente se veía mejor con una camiseta y jeans que con un uniforme escolar o una túnica del siglo XVII, pero Sirius veía bien en todo. Remus no hizo más preguntas mientras se abrochaba las botas. Estaba claro que Sirius estaba disfrutando de la sorpresa y no veía ninguna razón para estropearla.

Lo llevaron escaleras abajo, sintiéndose muy raro con jeans y una capa de viaje, pero aún sin quejarse - Sirius probablemente pensó que lucían a la altura de la moda muggle. En la sala común se encontraron con James y Peter, también sonriendo con picardía.

— Saben que mi cumpleaños no es hasta dentro de dos días. — Dijo Remus, con una pequeña sonrisa en sus labios.

— Los eventos de esta noche son sensibles al tiempo. — Sirius respondió, enérgicamente. Estaba tratando de mantener un aire distante de misterio, pero claramente estaba ansioso por contarle todo a Remus.

— Y no te preocupes — dijo James, con los ojos brillando mientras apartaba la puerta del retrato para salir de la sala común; — No nos olvidaremos de cantarte el lunes en el desayuno.

— Y el almuerzo — añadió Peter,

— Y la cena. — Sirius terminó, ahora estaban bajando las escaleras de la Torre de Gryffindor.

—Debajo de ustedes, muchachos. — Dijo James, arrojando la pesada capa de invisibilidad sobre los cuatro. Mientras todos estuvieran muy juntos, y Remus encorvado, ellos podían apenas caber. Sin embargo, no resistiría otro brote de crecimiento de ninguno de ellos.

Afortunadamente, no tuvieron que arrastrarse demasiado, como Remus había esperado, se dirigieron hacia la estatua de la bruja jorobada y se deslizaron detrás de ella, hacia el túnel que conducía a Honeyduke's.

All the young dudes - españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora