Capitulo 41: Tercer año: De vuelta a casa

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Sábado 1 de Septiembre, 1973

Después del primer trabajo, Craig y su pandilla estaban tan complacidos con Remus que lo llevaron a cuatro más, dos casas y unos pequeños negocios en las ciudades alrededor. Incluso sin la capa de invisibilidad, Remus descubrió que simplemente tenía un don natural para meterse en lugares que no debía. Eso es lo que dijo Craig de todas formas; —Jodidamente natural, este niño.

La naturaleza era una cosa graciosa, Remus pensó, en su camino a Kings Cross. Recordó a James dejando una bolsa de monedas cada vez que asaltaban Honeydukes. Parecía que no estaba en la naturaleza de James robar. Pero Remus pensó que no era una apreciación justa, cuando James nunca había necesitado robar. Era el heredero de una enorme fortuna, al igual que Sirius. Y la verdad, era que nunca sabes de lo que eres capaz hasta que lo intentas. Debió haber sido muy fácil ser bueno, cuando no tenías razón para no serlo.

Aún así, Remus había resuelto no decirle a los merodeadores lo que había hecho ese verano, y pasó el resto de su travesía soñando sobre los regalos de cumpleaños y Navidad que finalmente sería capaz de comprarle a sus amigos.

El maletero de Hogwarts de Remus este año estaba llena de cajetillas de cigarrillos y bolsas de tabaco. Suficientes para armar un pequeño negocio — si era lo suficientemente inteligente, podría deshacerse de la mayoría antes de Navidad. Tenían permitido ir a Hogsmade este año, y Matrona había firmado su autorización sin ningún alboroto — incluso Madam Pomfrey pensó que estaba lo suficientemente a salvo para que él pudiera ir.

Matrona, parecía, que había aprendido su lección. Ella acompañó a Remus hasta Kings Cross, luego lo dejó ahí, con una brusca despedida. Su corazón latía igual que hace dos años, Remus corrió hacia la barrera, y exhaló solo cuando llegó al otro lado a salvo. Estaba en casa de nuevo.

No se demoró mucho en encontrar a Sirius, quien estaba encorvado contra un pilar de la estación junto a su familia. La Sra Black estaba preocupándose por Regulus, quien se veía más pálido que de costumbre y estaba de pie con su espalda muy derecha mientras Walpurga ordenaba su cabello y siseaba a su oído. Obviamente ella estaba ignorando a su hijo mayor, quien su cabello se veía deliberadamente desordenado, y quien tenía sus túnicas ingeniosamente arrugadas y fuera de lugar. Remus pensó que era mejor no acercarse.

—Hola Moony, —alguien le dio una palmada en la espalda y se dio la vuelta para ver a James y Peter sonriéndole. James había crecido unos pocos centímetros, y su cara se veía levemente más delgada, pero tenía los mismos brillantes ojos cafés y la misma maraña de cabello negro. Peter se veía igual, aunque parecía estar recuperándose de dolorosas quemaduras de sol.

—Hola, —Remus les sonrió de vuelta, su corazón saltando con emoción. Todo justo como debía estar.

El silbato sonó, y treparon al tren buscando un compartimiento vacío y esperando por Sirius. A él finalmente le fue permitido acompañarlos en lo que parecía ser el último minuto, y entró en el carro murmurando oscuramente para sí mismo,

—Guardar apariencias mi culo.

—Entonces no hay cambios, —James le guiñó un ojo a Remus. Sirius los miró y su cara rompió en una sonrisa. Esa sonrisa burlona de Sirius Black.

— ¡Creí que nunca más los vería!

—Godrick, siempre tienes que ser tan dramático. —James lo golpeó juguetonamente en el hombro, mientras todos se ponían de pie para saludarlo.

—Ustedes no tienen idea de cómo es ella, —Sirius lloriqueó, agarrando la mano de James en un cálido y fraternal apretón de manos. Luego vio a Remus y sonrió maliciosamente, — ¿¡Ese eres tú Moony!? —estiró su cuello deliberadamente, levantando una mano cubriendo sus ojos y mirando hacia arriba, —¿¿Puedes escucharme ahí arriba??

All the young dudes - españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora