Capitulo 47: Tercer año: James Potter y la mierda abultada de elefante

984 129 123
                                    

Jueves 30 de Octubre, 1973

Con Halloween y el banquete tradicional de Hogwarts acercándose, Remus estaba ansioso por tener perfeccionado el hechizo para cambiar las palabras a tiempo, en orden de tener máximo alcance.

—Está bien, Moony, todos sabemos lo que estamos haciendo. —dijo James, volviendo de su práctica de quidditch, cubierto de barro y completamente mojado. Las tardes se estaban volviendo cada vez más oscuras y Remus casi nunca iba a ver las prácticas del equipo ahora, aunque Sirius y Peter usualmente lo hacían. Mary siempre iba también, para ver a Marlene. Ella los seguía a todas partes, últimamente.

—Solo creo que deberíamos testearlo, —Remus se mordió el labio, observando a Sirius conjurar un hechizo para secar a James.

—Oh no. —Dijo Peter, cruzándose de brazos, —No seré su conejillo de indias esta vez. ¡La última vez no me pude deshacer de ese mechón de cabello morado por semanas!

—Lo había olvidado, —dijo Sirius con voz soñadora, —eso funcionará muy bien, una vez que descubramos los detalles.

—Hazlo en él. —Peter apuntó a Sirius, —es su turno.

—Deja de lloriquear, Pete, —gruñó Sirius. Bajó de su cama. —Hazlo en mí, Moony, no soy un cobarde.

—Ok, bien, —Remus sacó su varita. Sirius dio un salto,

—Espera, ¿¡Quieres hacerlo ahora!?

—Bueno, mientras antes mejor…

—¿¡Qué hay del contra-hechizo!?

—Si, estoy bastante seguro de que tengo eso descifrado, —Remus dejó que una sonrisa se formara en su rostro. Estaba seguro de que el contra-hechizo funcionaba, pero era muy divertido ver a Sirius retorcerse.

—Oh por el amor de dios. —James suspiró, quitándose su equipo de quidditch, —Pruébalo en mí, Lupin, no me importa. Solo que no quiero decir ninguna de las palabras de esa horrible lista tuya. ¿Puedes hacerlo en algo más?

—Si quieres, —respondió Remus.

—Si, sobre esta lista, Moony… —dijo Sirius, tomando el pergamino de la mesita de noche,

—¿Qué?

—Bueno…es bastante larga.

—Si, —Remus arqueó una ceja, —¿Cuál es tu punto? Son insultos para no-sangres pura, ¿cierto?

—Si, —dijo Sirius, rascando su barbilla, —Si, lo son, pero, em…bueno yo solo no sabía que había tantos. Nunca los había visto todos escritos así. Y, de todas formas, ¿¡Dónde escuchaste todos estos!?

—¿Dónde crees? —Remus miró a Sirius a los ojos, deliberadamente. Había esperado algo así. —No seas una niñita al respecto, Black, no me molesta. Entonces, James, ¿Qué palabra quieres que cambie?

—Evans. —Dijo Sirius repentinamente, —estoy enfermo de escuchar eso.

—Ok, —Remus sonrió, —¿Entonces a que lo cambiamos?

—¡No me digas! —dijo James, —hagamos una prueba a ciegas para ver si definitivamente funciona. Elige algo que Black aún no haya inventado.

Remus asintió, garabateando algo en un pedazo de pergamino, luego levantó su varita, concentrándose. Movió la varita bruscamente hacia James y pronunció el encantamiento.

Los cuatro se mantuvieron de pie, silenciosamente, observando.

—Eh… —dijo Remus, —¿Sentiste algo?

All the young dudes - españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora