Capitulo 27: Segundo año: Un compromiso de cumpleaños

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Viernes 3 de Noviembre, 1972

El decimotercer cumpleaños de Sirius no cayó en una luna llena, como pasó con su doceavo cumpleaños. Nunca le contó a los otros sobre la charla que había tenido con Remus — no hasta donde Remus sabía, de todas formas — pero actuaba ligeramente diferente alrededor de sus amigos. Mientras que antes había tratado a Remus como un proyecto personal; impresionado cada vez que Lupin exhibía una idea independiente; Sirius por lo menos ahora parecía desarrollar un poco de sensibilidad hacia los dos merodeadores secundarios.

El tema del quidditch todavía era un tema doloroso, así que en la mañana de su segundo cumpleaños en Hogwarts James tuvo el tacto suficiente para no sugerir una sesión de vuelo después de almuerzo.

El desayuno empezó con una ronda de ‘feliz cumpleaños’ con lo más fuerte que dieran sus voces, ahora se había convertido en una tradición para los merodeadores. Los Potters le enviaron a Sirius una enorme canasta con chocolates, mientras que James había ordenado la mitad del catálogo de Zonko como regalo. Remus estaba un poco avergonzado de entregarle sus propios regalos — algunas copias viejas de Melody Maker  y NME que había robado en el verano  — pero Sirius estaba emocionado; uno de ellas tenía una entrevista a Marc Bolan. Pasaron la mayor parte del desayuno dando vuelta a las páginas; los tres mago sangre-pura riéndose de las estáticas fotografías muggles.

Remus seguía dándole miradas furtivas a Sirius, preguntándose si se veía algo diferente ahora que era un adolescente. Remus había querido cumplir trece años desde hace tiempo; parecía una gran edad, un tanto madura e imponente. Sabía que era tonto pensar que se podía empapar a alguien con algún tipo de nueva sabiduría de la noche a la mañana, pero seguramente era un hito importante, de cualquier forma. Sirius estaba definitivamente percibiéndose de una forma diferente; Remus estaba seguro.

Desafortunadamente, la despreocupada mañana terminó ahí. Cuando terminaron su comida y se estaban preparando para ir a su primera lección (Historia de la Magia) su camino fue bloqueado.

—Sirius. —dijo una voz severa.

Narcissa Black estaba de pie frente a ellos. A sus quince años era más alta que los cuatro merodeadores. Era una chica bastante atractiva, Remus pensó; con una cara larga y delicada. No tenía la mirada demente de su hermana, y se había teñido y alisado su largo cabello, de forma que caía como una hermosa cortina platinada, que brillaba cuando le daba la luz.

Estaba de pie frente a ellos con los brazos cruzados, Regulus escondido a su lado.

—Cissy. —Sirius la saludó moviendo la cabeza. Ella resopló, pero no lo castigó.

—Es tu cumpleaños. —dijo.

—Bueno, estaba enterado.

Puso los ojos en blanco. Parecía que no tenía el mismo temperamento de su hermana, tampoco, por lo que Remus estaba agradecido.

—Vendrás a comer con nosotros esta tarde.

—Ven, siéntate en la mesa de Gryffindor, solo si tienes que hacerlo.

—No. —Sus ojos grises se entrecerraron, —tu madre nos dio instrucciones estrictas. Comeremos en privado, en la sala común de Slytherin, como el año pasado.

— ¡No! —Sirius perdió su nueva madurez y repentinamente parecía mucho un niño, prácticamente estampando su pie, —quiero comer con mis amigos.

—Puedes comer con ellos cuando quieras. —escupió Narcissa, con sus manos en las caderas ahora. —Los cumpleaños son una ocasión familiar.

Regulus miraba a sus pies, aún escondido detrás de su prima. Sirius estaba todavía molesto, pero finalmente accedió a su invitación. James puso una mano en su hombro; un gesto inofensivo, pero Regulus lo miró con atención, como si estuvieran haciendo algo incorrecto.

All the young dudes - españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora