Capitulo 61: Cuarto año: Noviembre (parte 1)

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— No se olviden, necesito ese ensayo de tres páginas sobre las similitudes y diferencias entre Thunderbirds y Phoenixes el viernes a más tardar. — Gritó el profesor Ferox. — No hay excusas.

Mary y Marlene gimieron mientras guardaban sus cosas.

— Me olvidé por completo de eso — susurró Marlene, — Y tengo práctica casi todas las noches esta semana, tenemos el partido contra Ravenclaw el domingo.

— Te prestaré mis notas. — Remus respondió, secando cuidadosamente su papel. — Es bastante fácil.

— El cumpleaños de Sirius del domingo también, ¿no? — Mary preguntó, pensativa.

— Sí, ¿Cómo lo sabes?

— Bueno, nosotros como que estuvimos saliendo el año pasado — Mary dijo, altivamente, burlándose de Remus. — Y ustedes siempre hacen tanto alboroto por los cumpleaños que es bastante difícil de olvidar. Dios, espero que Gryffindor gane, o estará de mal humor.

— Si. — Remus estuvo de acuerdo. No había pensado en eso. Había planeado revelar su gran plan de broma en el cumpleaños de Sirius, en lugar de un regalo adecuado. Ahora se preguntaba si debería comprar algo también, aunque no iban a ir a Hogsmeade hasta dentro de unas semanas más. Siempre podía darle a Sirius un paquete de cigarrillos, pero eso parecía un poco barato, especialmente porque Sirius sabía que eran robados.

Andrómeda ya había enviado algunos regalos por adelantado, cortesía de los Potter, y James los tenía escondidos debajo de su cama. Más discos, por supuesto. Remus esperaba sinceramente que uno de ellos fuera el nuevo LP de Bowie, Diamond Dogs.

— Me voy a la lechucería, necesito enviarle algo a Darren — dijo Mary, mientras salían del aula. — ¿Vienes, Marls?

Marlene se veía un poco molesta, así que Remus dijo rápidamente:

— Voy a la biblioteca, si todavía quieres esas notas...?

— ¡Sí, gracias Remus!

Se despidieron de Mary y empezaron a caminar juntos en la dirección opuesta. A Remus le gustaba mucho Marlene, era alta para ser una niña y no tenía que agachar el cuello para hablar con ella todo el tiempo. Más allá de su arrebato emocional al final de su tercer año, ella era una persona sensata, lo que Remus encontraba muy calmante en comparación con Mary, que siempre era muy divertida, pero a veces muy estresante.

— Gracias — le sonrió Marlene, — amo a la chica, pero hay pocas veces en las que deseo pasar de ver sus cartas sucias a Darren.

—¿Cartas sucias? — Remus se quedó boquiabierto. Marlene se rió.

— Sí, es bastante horrible. Oye, Remus, ¿Puedo preguntarte algo?

— ¿Qué?

— Um... ¿Le gusto a Sirius?

Remus luchó contra su reacción inicial, que fue de desesperación. Se sentía como si aún no hubiera pasado una semana del año nuevo sin tener que escuchar los problemas románticos de alguien. ¿Por qué todos pensaban que él era la mejor persona para hablar? ¿Cuándo había dado la impresión de estar siquiera remotamente interesado?

— No sé. — Dijo, esperando no sonar demasiado molesto. —Tendrías que preguntarle a él.

— No creo que me de una respuesta directa — se rió Marlene. — Lo siento, es solo que ha estado actuando muy raro conmigo durante la práctica de quidditch.

— ¿Raro?

— Sí, solo comentarios y esas cosas. Es un poco molesto, de verdad, no me gusta tanto como antes, ya sabes, es un buscador de atención, siempre fue mucho más el tipo de Mary.

All the young dudes - españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora