capítulo 121: séptimo año: compra de plumas

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Viernes, 9 de Septiembre de 1977

— Siete años. Siete años en esta escuela. Y no he aprendido nada. — Dijo Remus, mientras buscaba frenéticamente el pasaje correcto en sus libros de Historia.

Habían doce de ellos abiertos, actualmente, y no podía recordar cuál tenía el mejor argumento en contra para la Ley de Reubicación de Pixies de 1382. Siete de los libros estaban abiertos sobre el escritorio frente a él, ocupando casi todo el espacio. Cinco más flotaban en el aire, a la altura de sus ojos, de modo que así pudiera comprobar las referencias a medida que avanzaba.

— Si tú no has aprendido nada, ¿Qué posibilidades tenemos el resto de nosotros? — Christopher sonrió pacíficamente desde su lugar en el suelo. Estaba sentado con las piernas cruzadas, libros sobre la alfombra frente a él.

— No he aprendido nada útil. — Remus respondió, impaciente, todavía buscando.

— ¿Y cuál sería tu definición de útil?

— Cualquier cosa que me ayude a aprobar mis EXTASIS.

— Oh, sí, porque te fue tan mal en los Owls... — Christopher bromeó sarcásticamente.

— Los EXTASIS son completamente diferentes. — Remus respondió, finalmente localizando el pasaje que necesitaba, ahora perdiendo su pluma. — Son asquerosamente agotadores... — Encontró su pluma (detrás de la oreja, lo suficientemente vergonzoso), pero ahora... — Mierda.

— ¿Qué? — Christopher miró hacia arriba.

— Perdí mi tintero...

— Deberías conseguirte una de esas pluma autoentintadas. Podemos buscar algunas en Hogsmeade, el próximo fin de semana si te apetece.

— Sí, por qué no... — Remus continuó levantando libros.

— Aquí, tengo un lápiz, si es sólo para tomar notas... — Christopher se arrastró debajo del escritorio ahora para encontrar su mochila. Remus se sintió un poco culpable entonces, por ocupar todo el espacio.

— Lo siento. — Dijo, alejándose de la locura por un momento: — Está bien. Todo estará bien una vez que tengamos el grupo de estudio en funcionamiento de nuevo...

— ¿Hablas contigo mismo, Moony? — James y Sirius aparecieron con túnicas de quidditch (Sirius todavía estaba oficialmente fuera del equipo, pero nada le impedía usar el campo en los días libres, y al menos lo mantenía distraído).

— Por las bolas de Merlín. — Dijo Sirius, mirando el escritorio de Remus. — ¿No puedes tener tanta tarea después de la primera semana, verdad?

— Estoy leyendo sobre mi tema. — Remus respondió, sintiéndose irritable de nuevo.

— Aquí tienes, Remus. — reapareció Christopher de debajo de la mesa, blandiendo un lápiz.

— ¡Gracias! — Remus lo tomó y comenzó a garabatear en su pergamino.

—Oh, hola Black — asintió Christopher cortésmente, agachando la cabeza.

Remus miró hacia arriba, en medio de un garabato. Sirius miraba a Christopher con una especie de aburrido desdén.

— Hola. — El asintió. Miró a Remus — ¿Tendrán un grupo de estudio hoy?

—No, hoy solo estamos teniendo una sesión de estudio normal — explicó Remus. — Pero le estaba diciendo a Chris que deberíamos concertar una reunión pronto, si la gente todavía quiere hacerlo.

— ¡Por supuesto que quieren! — Christopher dijo con entusiasmo: — La mitad del grupo superó los Owls el año pasado.

— Sí — dijo Sirius, de la nada. Parecía pensativo, lo cual era peligroso. — Sí, podría unirme este año. ¿Qué piensas, Prongs?

All the young dudes - españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora