Capítulo 127: Séptimo año: responsabilidades

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Lunes 9 de enero de 1978

Remus escribió tres cartas en su última noche antes de clases en las vacaciones de Navidad. Dos necesitarían una estampilla muggle, y debían colocarse en el buzón rojo del Royal Mail al final de la carretera antes de partir hacia King's Cross. El segundo podía esperar hasta que llegara a Hogwarts y podría usar una de las lechuzas de la escuela.

El primero fue para Hope:

Estimada Sra. Jenkins,

Mi nombre es Remus Lupin. Mi padre era Lyall Lupin y creo que soy tu hijo.

Ahora tengo diecisiete años. Recibí una carta escrita por usted en 1965. Espero que no le importe que le escriba. Si desea responder, me gustaría mucho.

Tuyo sinceramente,

Remus John Lupin.

(Pensó que sería mejor firmar con su nombre completo, aunque se sorprendería mucho si hubiera otro Remus Lupin viviendo en Gran Bretaña. También pensó que era mejor ser breve y directo. Ella lo apreciaría, tal vez, si optaba por ignorar la carta).

La segunda carta fue para Grant.

Estimado Grant,

Espero que hayas tenido una linda Navidad. Ojalá hubiera podido ir de visita, pero me quedé con la familia de mi amigo y es difícil escapar.

Espero que estés bien. ¿Cómo va el trabajo? ¿Has ahorrado ya para un piso? Tendré que empezar a pensar en eso pronto. Es mi último período escolar, y en junio estaré viviendo en el mundo real. Espero poder verte entonces.

Por favor escríbeme tan pronto como puedas y hazme saber cómo te va.

Tuyo,

Remus.

(No quería poner 'tuyo sinceramente', porque parecía tonto y demasiado formal. No quería poner 'amor', porque eso parecía muy extremo. Así que al final, 'tuyo', parecía el forma más sencilla y honesta de decirlo).

-Entonces, ¿es solo la carta de Ferox que aún debe enviarse ?- Preguntó Sirius, mientras tomaban asiento en su carruaje habitual en el Expreso de Hogwarts. Estaban completamente solos: Peter había ido en busca de Dorcas, quien aparentemente le había escrito una carta muy ardiente durante las vacaciones de Navidad, mientras que James y Lily se habían dirigido directamente al carruaje del prefecto.

-Solo la de Ferox-. Remus asintió, palmeando su bolsillo. Sirius se sentó en el mismo banco que él, reclinándose y estirando las piernas en el regazo de Remus, con los brazos cruzados detrás de la cabeza. Remus resopló con indulgencia, -Ponte cómodo, ¿por qué no?-

-No me importa si lo hago-. Sirius sonrió con malicia. -Entonces.- Dijo: -¿De qué carta estás más ansioso por recibir una respuesta?-

-¿Qué respuesta tengo más ganas de recibir?- Remus arqueó una ceja secamente, -¿Te refieres entre mi ex-maestro herido por la batalla, mi ex-novio joven delincuente o la madre que me abandonó?-

-Bueno, cuando lo pones así que ,- chasqueó la lengua Sirius. -Honestamente, la cantidad de cosas que guardas-.

-¿Preferirías que estuviera lloriqueando todo el tiempo?- Remus suspiró, abriendo el libro que había traído para el viaje encima de las piernas de Sirius.

-No,- reflexionó Sirius, mirando pensativamente al techo del carruaje. -Pero me refiero. Si no me tuvieras con quien hablar sobre estas cosas, me preocuparía que tu cabeza explotara -.

-No explotaría , muchas gracias-, Remus se golpeó la rodilla ligeramente con el libro de bolsillo de pingüino cubierto de naranja.- Eres tan dramático. Me las arregle perfectamente antes de que decidieras involucrarte -.

All the young dudes - españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora