— ¡Quiero que todos estén atentos. No quiero que salga nadie de la torre! — le dije a los hombres que estaban parados allí.
Cuando le doy la señal empezamos a subir por los ascensores hasta el último piso. Mis manos temblaban por la adrenalina, cuando estuvimos en el último piso los chicos se separaron y yo me fui a la habitación de Natasha. En todo momento estuve con mi arma apuntando hasta que entré en la habitación, pero no había absolutamente nada.
— ¡Carajos! — dije furiosa mientras salía de la habitación en dirección donde mis hombres.
Cuando veo a todos los vengadores amarrados en una silla apunto con mi pistola al Capitán América.
— A ver hombrecito de lata, dime donde está — dije apuntándolo.
— No debiste entrar a mi hogar.
Veo como intenta tomar el martillo pero rápidamente le disparado, viendo como su cuerpo se retorcía por los mil voltios de electricidad en su cuerpo.
— Debes dejar de ser tan heroico Steve, porque de verdad aburres — dije bufando.
— ¡Nos ves, eso mismo le dijo yo, es como Buzz Light....!
— Cállate Stark o si no para la otra que dispare serás tu — dije apuntando con el arma, el castaño solo hace un gesto de silencio.
— Esta afuera de la ciudad, en los bosque al sur — dijo Wanda seria.
— Gracias querida, me ahorraste que los torturara — dije mirándola.
Rápidamente le dispararon a Tony y Steve de nuevo para luego entregarle el arma al hombre que estaba aún costado mío.
— Ya saben que hacer — dije mirando a un hombre
Empiezo a caminar a los ascensores y ver cómo los hombres les disparaban. Cuando estaba en las calles me subo a mi moto y voy a la dirección que me dijo la bruja. Las imágenes de hace dos años vinieron a mi mente, cuando tuvimos nuestra primera cita, cuando tuvimos nuestro primer viaje solas, lejos de caos de la ciudad y cuando hicimos el amor pero rápidamente sacudo mi cabeza olvidando todos los recuerdos.
Cuando estaba en el bosque saco el dron y lo tiró al aire.
— Encuéntrala — dije llevando mi mano a mis aparatos en el oído.
Me subo a la moto cuando veo que el dron empieza a mover sigilosamente. Manejo por unos segundos cuando veo una casa de madera a un par de metros.
— Desaparece — le dije al dron mientras me baja de la moto y caminaba sigilosamente hacia la cabaña.
Cuando me voy acercando más a la cabaña puedo escuchar risas de niños y música a fondo. Cuando recién pude observar en la ventana, veo a dos niños jugando y un hombre mientras le hacía cosquillas. Como no estaba ella ahí iba a darme la vuelta y empezar a caminar pero escucho su risa. Veo como la pelirroja camina hasta el hombre y le da un beso corto en los labios mientras veía como los niños se tiraban a ella y la abrazaban.
Rápidamente me giro y comienzo a caminar lejos de allí, no quería verla ni verlos a ellos. Camino y escucho su grito detrás mío, como gritaba mi nombre una y otra vez pero sin parar de caminar la ignoro.
— Por un demonios deja de caminar — dijo tomando mi brazo.
— Ya está Natasha, te dejo en paz. Te dejaré que seas feliz con tu nueva familia — dije negando.
— Pero...
— Ya está, no me verás nunca más en tu vida y tu hijos son hermosos — dije subiéndome a la moto para luego acelerar e irme de ese lugar.
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