Han pasado tres semanas que he estado con ellos, han sido demasiado buenos conmigo. Los cuatros tenían poderes, uno era Fire que claramente controlaba el fuego, el segundo era electro que controlaba toda la electricidad que generaba la cuidad dándole un gran poder, la tercera era Miranda que tenía telequinesis y el último era el líder que controlaba el hielo.
Cuando le dije que no tenía ningún poder, ninguno se burló, tampoco me miraron en menos al contrario cada uno me enseñó a pelear y cada vez que íbamos a robar bancos tenía una hermosa Tachi que ellos me regalaron.
En estos momentos estábamos asaltando el banco más rico de San Francisco y donde los Titanes vienen siempre a combatir el crimen.
- ¡Vámonos chicos, llegaran en cualquier momento! - dije mientras agarraba dos mochilas que estaban repletas de dinero.
- Ya la escucharon, vámonos - dijo Ice mientras agarraba su mochila y subía por las escaleras.
Todos con una sonrisa subimos por las escaleras que nos llevaban al techo y salimos del banco, pero en cuanto veo a los Titanes enfrente de nosotros nuestras sonrisas se borran.
- Llegaron tardes Titanes - dijo Ice mientras hacia una pared hielo y empezamos a correr.
Con los chicos nos separamos y empiezo a correr lejos de los Titanes. Por mi parte salto un edificio otro tras otro, hasta que veo un portal negro en frente de mi haciéndome parar violentamente. Estaba Rachel que hace tres semanas que no la veía y debo decir que sigue de igual de hermosa, pero los pensamientos se me van rápidamente.
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- Es mejor que me dejes el paso libre porque no quiero hacerte daño - dije mientras me cruzaba las dos mochilas.
Rachel a un comienzo tenía sus ojos negros, pero en cuanto escucha mi voz vuelven a su color natural.
-¿________?, ¿eres tú? - preguntó a medida que caminaba, pero antes que pudiera estar bastante cerca, subo mis manos para que parara y no caminara más.
- No soy la misma Rachel, así que por favor no te acerques y déjame ir - dije pero ella niega rápidamente con su cabeza.
Rachel estaba a punto de hablar pero antes que pudiera hacerlo escucho unos pasos correr hacia mí y no me dieron tiempo de reaccionar cuando siento que alguien me toma y nos empuja afuera del edificio. En cuanto caímos menos mal que estaban los contenedores y los bolsos de dinero aterrizando mejor, pero digamos que no tanto porque nuestro cuerpo reboto cayendo al suelo violentamente.
- Eres de las pocas villanas que me dan pena - dijo Jason mientras se ponía de pie y sonreía.
Suspiro pero menos mal que con la máscara me daba oxígeno.
- Mucho blah blah poca acción - dije sacando mi espada mientras que Todd sacaba las suyas también.
Tan siquiera me saque la mochila que tenía ya que cualquier oportunidad podría escapar. En cuanto estuvimos cerca chocamos nuestras armas y escuchábamos solo el metal chocarse una y otra vez, con nuestra respiración agitadas. Tenía tanta rabia con tal solo verlo a la cara que no me di cuenta que herí su pierna haciéndolo caer al suelo.
- Como te pateo el trasero esta maldita villana - susurré llevando la punta de metal en su cuello para luego sacarme la máscara y ver su expresión de asombro.
- Seguirás siéndolo -dijo quejándose ya que la punta cada vez la hacía más presión a su piel.
Sin importar nada levanto mi espada con intención de matarlo, pero antes que lo pudiera hacer siento un aura a mi alrededor color negro dejándome totalmente inmovilizada.
- Sujétala Rachel, que no escape - dijo Jason mientras era ayudado a ponerse de pie por chico bestia.
Todos estaban en frente de mí y la mayoría tenía una expresión de asombro cuando sacan mi máscara, pero mi vista fue hasta Starfire que realmente veía tristeza en sus ojos y era lo que más me dolía.
- Déjenme ir y no abra heridos - dije mientras trataba de zafarme de esta magia que no me dejaba moverme.
- Lo siento ________, pero no te dejaremos irte. Rachel duérmela - dijo Grayson.
