Estaba saliendo recién del casino pero no alcancé a comer nada ya que vi a mi hermano y Jones venir hacia mi así que inmediatamente escapé de allí. Suspiro más aliviada al ver que los había perdido, pero cuando doblo una esquina y choco con un torso como de piedra, sabia que no era nada bueno.
Subo mi mirada y veía el pelo pelirrojo de Archie.
— Hola Arch..
No alcanzo a terminar la frase cuando siento que Archie me agarra de mi ropa y nos metemos a una sala que lamentablemente estaba vacía. Jones cierra la puerta con pestillo y rápidamente siento el golpe en mi rostro.
— ¿¡Y eso por qué!? — grité en reproche mientras me tocaba mi pobre pomulo que no tenía nada que ver en esto.
— ¡Por tener cara de Guanábana! — respondió Jughead para luego empezar a reír pero como Archie no le siguió el juego se quedo callado.
— Te diré solamente una cosa. Deja de llamar la atención de Geraldine, ella nunca se a fijar en un fenómeno asqueroso como tú — dijo Archie mientras me miraba de arriba hacia abajo y me quitaba las gafas.
— Si un fenómeno — repitió Jones.
— Basta Jughead, no tienes que repetir todo lo que digo — comentó Archie mirando al castaño con una mirada molesta.
Estaba apunto de hablar cuando tocan la puerta, todos nos quedamos en silencio pero seguían forcejeando la manilla.
— Habrán la puerta, se que están adentro — dijo Geladine la maestra de música — Si no salen a la cuenta de tres llamaré al director — dijo empezando a contar.
Veo como Archie miraba enojado a la puerta y con un movimiento de cabeza Jones empezó a caminar hacia la puerta para luego abrirla. Veo que la maestra entra y nos mira a cada uno, sabiendo perfectamente lo que estaba pasando.
— Salgan ustedes dos — habló Geraldine mientras veía a los dos chicos — Ahora —
Archie camina hasta mi y y se acerca a mi oído pudiendo escuchar como dejaba caer mis lentes al suelo.
— Esto no termina aquí, cuida tu espalda — dijo lo último para luego desarmar mi cabello.
Con la rabia al mil quito su mano y empiezo a ordenar mi cabello. Los dos salen de la sala para luego perderlo de vista. Veo que la maestra se agacha a tomar mis lentes y con una sonrisa me los coloca.
— Por qué dejas que te molestes — preguntó mientras se separaba de mi y debaja su peso en el escritorio.
— Es una rutina ya monótona — dije subiendo mis hombros — No van a parar de hacerlo, es una diversión para ellos —
— Yo se que no debo decir esto ya que es tu hermano pero deberías darle una buena paliza, para que aprenda una vez por todas — comentó dándome una sonrisa.
— Lo pensaré — dije empezando a caminar pero su voz me detiene.
— ¿Te veo en la clase de música? — preguntó.
— La veo en la clase de música — contesté dándole una sonrisa para luego irme de allí.
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